viernes, 28 de noviembre de 2014

Siguiendo la pista a DICIEMBRE




     Llega la navidad y con ella una oleada de películas, la mayoría comerciales, para que consumamos durante este período de vacaciones. Desde HCS hemos escogido una selección de los títulos que más nos llaman la atención. De la misma manera, por estas fechas muchas series terminan temporada y, lamentablemente, algunas acabarán este mes para siempre. Hacemos un repaso a todas ellas.



PELÍCULAS:



 EXODUS: Después de que Aronofsky nos regalara a principios de año aquella obra épica a la vez que por momentos aburrida llamada Noé, nos llega otro blockbuster bíblico, esta vez de manos de otro gran director, Ridley Scott. La historia trata sobre Moisés, su crecimiento en Egipto y su posterior éxodo, que da título a la película, liderando a los judíos para buscar la tierra prometida. Film para el lucimiento de Christian Bale Joel Edgerton. (5 de Diciembre).


MAGIA A LA LUZ DE LA LUNA: Nueva película, comedia, de Woody Allen. Su película de 2014 (recordad que Allen va a película por año desde 1975). Situada en la Francia de los años 20, trata sobre un mago, Colin Firth, decidido a desenmascarar a una médium, Emma Stone. En los EE.UU. ha recibido todo tipo de críticas, pero Europa juzga de una manera independiente al bueno de Woody. (5). Traíler aquí.




MOMMY: El premio del jurado del pasado festival de Cannes trata sobre un Canadá ficticio, donde los padres angustiados pueden abandonar a sus hijos en el hospital. Una madre se ocupa de su hijo con ADHD y pide ayuda a su vecina para ello. La relación con ésta y los problemas del chico marcan el carácter dramático de la película. (5)


CAMINO DE LA CRUZ: Maria, una chica de 14 años, se encuentra atrapada entre dos mundos. En el colegio, tiene los típicos intereses de una adolescente, pero cuando está en su casa debe seguir los dictados de la Sociedad de San Pío XII. Mejor guión en el festival de Berlín y Espiga de Plata en la Seminci lo respaldan. (12 de Diciembre).

EL HOBBIT, LA BATALLA DE LOS CINCO EJÉRCITOS: Qué decir de la última película de Peter Jackson de los libros de J.R.R.Tolkien. Seguramente una de las cintas más esperadas de los últimos años que cierra la trilogía, la segunda trilogía. (17). Traíler aquí.

BIG HERO 6: Nueva película Disney del director de Bolt, Chris Williams. Trata sobre Hiro, un niño que construye un robot para que junto a otros formen el equipo Big Hero 6 y descubrir una red criminal. Desde su estreno en USA ha recibido muy buena críticas y es seria candidata a los premios de animación. (19). Traíler.

BIG EYES: Cuenta la historia real del matrimonio Keane, que durante los años 50 y 60 él (Christoph Waltz) se aprovechó del talento de su mujer (Amy Adams) dibujando personas de ojos grandes, para firmar sus obras y crecer en popularidad y beneficios. Buen reparto y dirigida por el siempre original Tim Burton. No, en principio Johnny Deep no aparece en ella. (25). Traíler aquí.





INVENCIBLE: Narra la historia real de Louis Zamperini quien, después de participar en los Juegos Olímpicos de 1936, se alistó para combatir en la II Guerra Mundial siendo allí capturado por los japoneses. Película dirigida por Angelina Jolie con guión de los hermanos Coen y formada por un reparto casi desconocido se presenta como una de las revelaciones para los próximos festivales. (25).



SERIES:

ASCENSION: Se trata de la gran esperanza de la ciencia ficción espacial desde Battlestar Galactica. Esta miniserie de 6 capítulos del canal SyFy cuenta la historia de 600 tripulantes que durante los años 60 viajan en busca de un nuevo planeta para habitarlo pero una serie de problemas dificulta la búsqueda del planeta en cuestión y la vuelta a casa. Como curiosidad, saldrán dos episodios por día. (15, 16 y 17 de Diciembre). Traíler.



THE AFFAIR y HOMELAND: Acaban la primera y la cuarta temporada respectivamente. (14 y 21 de Diciembre). Ya tendremos tiempo de comentar ambas temporadas en sus respectivas críticas.


SONS OF ANARCHY: Ésta acaba pero para siempre. Se despiden de nosotros este grupo de motoristas que nos han acompañado durante varios años. ¿Echaremos de menos a Jax y a los miembros de SAMCRO? (9 de Diciembre).



THE NEWSROOM: Otra que se va, después de tres temporadas. Una serie que prometía mucho y que por tanto decepcionó a más de uno, hasta el punto de que Aaron Sorkin, su creador y guionista, “tirara a la basura” dos capítulos de la segunda temporada para reescribir y volver a grabar. Una serie que nunca estuvo a la altura de su cadena. (14 de Diciembre).

miércoles, 26 de noviembre de 2014

STATE OF AFFAIRS




        State of Affairs arrancaba la semana pasada su emisión en la NBC contando con el tirón que supone la vuelta a la televisión de Katherine Heigl tras Anatomía de Grey, y su paso más bien pobre por la gran pantalla. La serie trata sobre una agente, analista, de la CIA que se dedica a crear el informe diario de la presidenta, es decir, todos los datos sobre conflictos internacionales que la máxima autoridad de los EE.UU., y del mundo prácticamente, debe conocer cada día.

El capítulo comienza con nuestra protagonista, Charlestone “Charlie” Tucker hablando con su psiquiatra, tratando de recordar todo lo que ocurrió un año antes, cuando fue víctima de un atentado junto con su prometido y éste resultó muerto. Charlie lleva desde entonces una vida desordenada que no parece propia de ella, lo cual nos lo explican con unos flashbacks de sexo desconocido. 

Nos presentan la agencia por dentro y a sus empleados gracias a la presentación de un miembro nuevo de ésta, algo que ya hemos podido ver en infinidad de veces. Personalmente, me quedo con las series en las que las presentaciones vienen solas, poco a poco. La serie expone un tema repetitivo en los últimos años tanto en cien como en televisión, ese seguimiento de los terroristas, para tratar de capturarlos, al más puro estilo Zero Dark Thirty (Kathryn Bigelow, 2012) o con esta cuarta temporada de Homeland, guardando con ella cierto parecido más que evidente, por tratarse de dos protagonistas femeninas atormentadas y en constante lucha con ellas mismas y con sus superiores. Pero claro, no podemos comparar el talento de Heigl con Claire Danes. Esta se esfuerza, y no creo que sea mala actriz, pero no convence en este papel.


El capítulo se desenvuelve bien, con acción, drama, y algún giro que promete mucha tensión entre sus protagonistas en un futuro cercano. Con 13 episodios confirmados para esta primera temporada podremos saber si la serie funciona. 


Conclusión: No entra en nuestros planes inmediatos.

lunes, 24 de noviembre de 2014

CRITICA LOCKE





Reino Unido, 2013

Escrita y dirigida por Steven Knight



Nota: 8



Si hace unos días hablábamos sobre Bronson, hoy toca otra cinta en la que Tom Hardy es protagonista absoluto, y esta vez si que no hay ninguna duda. Vuelve a ser otra película inglesa de bajo presupuesto la que nos enseñe todo el potencial interpretativo que tiene este actor.

Locke es un drama, con toques de suspense, que nos presenta a Hardy en el papel de Ivan Locke, un contratista de albañilería que tiene la obligación moral de hacer un viaje en coche, una noche cualquiera, que cambiará por completo su vida. Más allá de viajes épicos, ésta es una historia que sin estar basada en hechos reales, podría ser perfectamente un día en la vida de muchas personas, un viaje que posiblemente rompa sus familias o sus trabajos, pero que Locke necesita hacer.

Locke es una película atípica y se desarrolla íntegramente en el interior del coche, con Hardy como único actor “visual”. Como ya hemos visto con Robert Redford en `Cuando todo está perdido` (J.C. Chandor, 2013) o con Ryan Reynolds en `Buried`(Rodrigo Cortés, 2010), salvo que aquí cumplen una función importante las voces, esos familiares, compañeros o conocidos de Ivan, que para sorpresa de muchos se tratan de actores reconocidos como Olivia Colman, Ruth Wilson (Luther, The Affair) o Tom Holland (Lucas en Lo imposible). La trama gira en torno al día señalado, el día que ninguna persona quiere que llegue jamás. Ese día para Ivan es cuando una chica a la que apenas conoce y con quien tuvo una aventura de una noche le dice que va a dar a luz al hijo que ambos esperan. La película cuenta esa hora y media angustiosa de viaje hasta el hospital donde el protagonista, que ya ha tomado la decisión de dar un apellido a su nuevo hijo, tiene que poner las cartas sobre la mesa, confesar sus pecados a su mujer, calmar los nervios de la madre de su futuro hijo y, por si fuera poco, lidiar con jefes y subordinados de la empresa un día antes de comenzar uno de los mayores proyectos llevados a cabo en Europa y de la que él es jefe de obra. Todo ello a través del manos libres del coche. Una acumulación de llamadas donde cada palabra es importante para el futuro de la vida de Ivan Locke.

Ésta película podría ser muy aburrida si no fuera por él, Tom Hardy, que vuelve a crear un personaje único. Seguramente no recibirá premios por esta actuación, pero crea a la perfección a un hombre de apariencia formal, al contrario de lo que nos tiene acostumbrados, con un gran rencor hacia su padre por haber tomado las decisiones equivocadas, cosa que él no tiene intención de repetir; un hombre que ha de improvisar a cada llamada la siguiente frase porque es imposible saber como va a resultar toda esta información para familiares y compañeros en esta noche de carretera, una persona que debe sacar de su cabeza todos sus miedos, todos sus pecados, para llevar bien los problemas en los que él mismo se ha metido.

Tras las cámaras tenemos a Steven Knight aclamado guionista de films como Negocios Ocultos o Promesas del Este (David Cronenberg, 2007), así como creador de la miniserie Peaky Blinders, donde Hardy tiene un buen papel en su segunda temporada. Ambos trabajan en una nueva serie, Taboo, con el actor en el papel principal, que él mismo ha escrito. Knight realiza un trabajo en principio sencillo, pero que tiene su complicación a la hora de filmar ya que un plano fijo dentro de un coche aburriría y como ya nos descubrió Rodrigo Cortés con Buried es posible ir un poco más allá, y crear escenas dentro de una misma. Lo que más podemos echar en falta es lo que sabemos que no nos van a dar, como ya ocurriera con la cinta protagonizada por Reynolds, y es lo que ocurre tras esas llamadas. Es decir, queremos saber qué se está viviendo en esa casa en la que una mujer acaba de enterarse que su marido espera un hijo, en ese despacho en el que un empleado acaba de hacerse cargo con un día de margen del proyecto más importante de su carrera, y en ese hospital donde una mujer está a punto de dar a luz sin saber cuál será su futuro. Pero sabemos que esto no nos lo van a dar. Esto corre a cargo de nuestra imaginación, y de unos diálogos muy bien elaborados que hacen que estemos en todos esos sitios sin salir del coche.


Lo mejor: Tom Hardy.

Lo peor: La historia no llega a transmitir todo lo que debería.

"A diferencia de ti, voy a conducir hasta el lugar donde debo estar, para responsabilizarme de mi...gran cagada"

jueves, 20 de noviembre de 2014

OZ Primera Temporada


   Creada por Tom Fontana

   Nota: 8


La HBO en 1997 decidió producir una serie que abarcaría el tema de la prisión, representando cuales son los verdaderos problemas y formas de vida de la cárcel en EEUU. Oz narra la vida dentro de la prisión de máxima seguridad, Oswald State Correctional Facility, especialmente el nivel cuatro, conocido como “Emerald City” o “Ciudad esmeralda”, que los fans de El mago de Oz ya recordarán, ya que era la ciudad donde residía el mago.


Cuidado spoilers a continuación

Dicho bloque apuesta por la rehabilitación de sus presos, con un tratamiento especializado y adaptado, pero la realidad va mucho más allá, y es que  muchos son los problemas que tiene ciudad esmeralda, aunque nace con la ilusión de construir un mundo mejor para los internos. Nuestros personajes son peculiares, con vidas complejas o más simples, pero finalmente vidas, que deben seguir desarrollando entre barrotes. Cada capítulo muestra las características de las prisiones, como la pena capital, las drogas, problemas psiquiátricos, religión, problemas étnicos o simplemente, la propia convivencia, haciendo difícil ese objetivo de resocialización, tan defendido por uno de los personajes más soñadores de la serie, como es Tim McManus. Éste defiende la resocialización del delincuente, la no coerción y el intento de cambiar las dinámicas de prisión, porque Oz no solo intenta entretener al espectador sino que es una denuncia al sistema penitenciario, que ha olvidado completamente el ideal resocializador potenciando una socialización cada vez más contaminada.




Una de las peculiaridades de Oz son sus introducciones y finales de capítulo, donde Augustus Hill, ex traficante y ex drogadicto, realiza comentarios sobre la historia con una perspectiva social, haciendo comentarios y pequeñas lecciones de vida. Pero muchos son nuestros personajes en Oz, experimentando grandes cambios durante el transcurso de la temporada, como el caso de Tobias Beecher a quien la cárcel transforma totalmente, y seguramente éste caso sea la primera denuncia de Oz a la sociedad, porque quizás la prisión sea el peor de los remedios; es decir, como una persona socializada entra a cumplir condena (sí, comete un delito) y no podríamos imaginar cómo termina Tobias la temporada, siendo drogadicto y con grandes problemas de violencia.


Los capítulos están llenos de acción, para nada es una serie lenta. Muertes inesperadas, guerras entre blancos y negros basadas en la venganza,  el proceso de la pena de muerte, y como sabemos, la justicia es tan paradójica, que es capaz de castigar un asesinato con otro. Oz ha sido capaz de realizar un capítulo donde vemos la ejecución de uno de nuestros presos, Jefferson Keane, eliminando un posible sentimiento de angustia o pena, poniendo simplemente, la  melodía adecuada.


El drama está asegurado, y los motines también. Nada tiene que ver el motín de Oz con el motín de Prison Break,  donde Said, uno de los personajes más influyentes en ciudad Esmeralda, intenta hacer una crítica hacia el nefasto sistema judicial, donde los factores sociales como raza, pobreza y desigualdad se hacen un hueco en el sistema, y defiende que la sociedad es quien debe hacerse responsable de cómo han terminado sus vidas, aunque esto no quiere decir que no sean inocentes, sino que la sociedad debe mirarse el obligo y recapacitar sobre sus bases, y así quizás, algún día aparezca otra serie sobre la verdadera resocialización.

 La serie es una crítica, a veces llevada hacia el extremo, pero trata temas que son de especial interés, haciéndote reflexionar sobre el castigo. Es una mirada hacia el sistema, ese al que pertenecemos todos, de una manera u otra, siendo víctimas o delincuentes.


No sabemos cómo avanzará, como terminarán nuestros personajes, si serán capaces de eliminar una socialización penitenciaria que se alimenta del fracaso y de las subculturas penitenciarias, donde la corrupción está a la orden del día. Pero nos hace pensar, recapacitar sobre nosotros mismos, empatizando con ellos e incluso apareciendo sentimientos de venganza al ponernos en el pellejo del otro. Saber que nos quedan 5 temporadas da hasta miedo, pero es un miedo que atrae, así que solo podemos avanzar, y volver a escuchar esa intro que tanto nos gusta 


lunes, 17 de noviembre de 2014

Crítica BRONSON


     Reino Unido, 2008
     Guión por Nicolas Winding Refn y Brock Norman Brock
     Dirigida por Nicolas Winding Refn


            Nota: 7


Nicolas Winding Refn poco a poco está consiguiendo convertirse en un cineasta de culto y en un referente en lo que muchos han empezado a catalogar como ‘cine hispster’, gracias a la bien lograda Drive (2011) o a Only God Forgives (2013). Y sin menospreciar todo su pasado como director en Dinamarca, llama la atención que su primera película inglesa (antes de dar el salto a Hollywood) sea una completa desconocida, sobre todo en España donde no ha sido estrenada. Aunque esto puede entenderse como el miedo de nuestras distribuidoras a vender un producto tan difícil de ver y calificar.

Bronson nos cuenta la historia de Michael G. Peterson, un ciudadano inglés conocido como “el prisionero más peligroso de Gran Bretaña”, quien cambió su nombre por el del actor de acción de los 60 y 70 Charles Bronson para ganar popularidad en su carrera como boxeador clandestino. Un biopic, tan de moda en los últimos años, pero con una técnica novedosa que encaja a la perfección con el tema de la película. Peterson, actualmente cumpliendo cadena perpetua lleva casi cuarenta años entre rejas sin haber cometido asesinato, trasladado de prisión en prisión por sus numerosas y habituales peleas o ataques tanto a presos como a guardas aleatoriamente. Y en la mayoría de sus estancias ha estado en aislamiento, en esa ‘habitación de hotel’ que él mismo describe.

La primera escena de la película nos mete en situación, cuando un buen número de guardas espera a entrar en la celda de aislamiento de Bronson para sacarlo de allí, a sabiendas de que va a ser un trabajo duro. Charles entrena sus movimientos de boxeo esperando esa entrada de agentes hasta el cuello de protección y porra en mano. Y cuando empieza a sonar Electrician de The Walker Boys se inicia la “fiesta”. Estos acompañamientos musicales, como el tecno de Pet Shop Boys, tan en auge en los últimos años y un acierto del cine moderno, llega a su máxima expresión en esta película, con letras que acompañan a la perfección a las imágenes. Así como la utilización de música clásica, un guiño a la película por excelencia de la violencia por la violencia, posible lema mental de Bronson, La naranja mecánica (Stanley Kubrick, 1971). Tras este acto empezamos a conocer su historia, desde el principio, como él mismo la empieza: “Me crié con naturalidad, por mis padres. Eran gente honesta, respetados por la sociedad”. Y asistimos a sus primeros contactos con la violencia, como los de cualquier chaval, pero mal gestionados, por un carácter de superioridad y por unos padres, la madre concretamente, que no quiere saber nada sobre que su hijo sea violento siempre que no lo demuestre en casa.

Sí, él mismo es el narrador de la historia y a su vez se vislumbra a sí mismo como un actor de teatro de palabras escuetas y muchas gesticulaciones, que nos presenta las etapas de su vida en actos, como si de una obra teatral se tratara. Es este estilo de película lo que la hace tan singular y, posiblemente, difícil de vender. Más allá de los planos cortos en primera persona del protagonista que llenan casi la totalidad del largometraje, y que recientemente hemos podido ver en su película más laureada, Drive, con Ryan Gosling comiéndose la pantalla, es el estilo de contar la historia, totalmente novedoso. Nicolas W. Refn trata de meternos en la perturbada cabeza de Bronson, viendo lo que él ve, su punto de vista, en una escenificación en la que pretende que el público entienda sus impulsos retorcidos, su ambición de sangre, su intención de que cualquier preso inglés conozca el nombre de Charles Bronson, y tema hasta el hecho de estar cerca suyo, al más puro estilo del héroe Iliada, Aquiles.

Todo esto no sería posible sin el gran acierto de la película, la interpretación del papel protagonista por Tom Hardy, a quien ya conociamos en un papel principal por la gran Warrior (2011), el esperado reinicio de la saga Mad Max (2015), o en su papel secundario de sobra conocido por todos como Bane en The Dark Knight Rises (2012), acompañado de un gran reparto de actores ingleses más o menos conocidos. Pero toda la fuerza de la película reside sobre éste actor. La gran expresividad con la que se maneja hace que realmente tengamos miedo de este personaje. Sin perder un tono de comedia, o humor negro, Hardy crea un hombre tan retorcido al que no sabemos como tratar, y que nos hace plantearnos nuestras creencias sobre el sistema penitenciario en determinados casos. Este actor inglés poco a poco ha ido ganando el reconocimiento que merece y pronto empezaremos a verlo ganando premios, y es que puede ser que no estemos acostumbrados a ver a actores de esta envergadura haciendo buenos papeles pero después de su interpretación conmovedora en Warrior y su BAFTA a la estrella emergente esto será posible.

Lo mejor: La interpretación por parte de Hardy, y lo novedoso del estilo narrativo.

Lo peor: Que la historia de un hombre que usa la violencia por naturaleza sin ningún propósito no da para mucho.

viernes, 14 de noviembre de 2014

THE BRIDGE SEGUNDA TEMPORADA




Nota: 7


Empezaba temporada muy cargada, con muchos frentes abiertos de los que esperábamos respuestas: la aparición de varios millones de dólares y euros en casa de una anciana, la trata de chicas mexicanas o la creciente rebeldía de Marco dentro de la policía. Y si algo tiene esta serie es que cumple, le cueste lo que le cueste, o nos cueste a los espectadores. Y nos ha costado y mucho. Hace dos semanas, FX anunciaba que cancelaba The Bridge, así que no tendremos una tercera temporada. Esto puede deberse al problema principal de la serie en la que entran demasiadas tramas y personajes como para seguirlo semanalmente. El público estadounidense no debió conectar demasiado con ello. Aún así es una serie que se puede seguir, mejor viéndola más habitualmente, para no perder el hilo.


The Bridge es un remake de la serie sueco-danesa Bron/Broen y en su primera temporada el hilo argumental era muy parecido a ésta; un cadáver aparece en un puente que une EEUU con México, al estar en ambos países al mismo tiempo, el detective mexicano Marco Ruiz (Demian Bichir) se une a la policía de El Paso para tratar de resolver el asesinato. Al mismo tiempo asistíamos a una masacre por agua envenenada de varios inmigrantes tratando de pasar la frontera para cumplir el sueño americano, al descubrimiento por parte de Charlotte Millwright de que su difunto marido participaba del contrabando por un túnel que une su vivienda con México o el secuestro de una joven por parte de un misterioso hombre.


Todo ello acabó desencadenando en una crítica al sistema mexicano, donde desde policía hasta banqueros se reunían en secreto con  narcotraficantes y participaban de todo tipo de corrupciones. Así como un sistema americano donde distintas agencias disputan investigaciones priorizando sobre objetivos sin importar como salga perjudicada la sociedad, visto en The Wire cuando el FBI decide centrar todo el caso contra Barksdale para atrapar a políticos corruptos.


Esta temporada empezaba con un asesinato de un traficante mexicano en suelo americano, excusa perfecta para que los detectives Ruiz y  Sonya Cross (Diane Kruger) volvieran a juntarse a investigar. Ésta vez Marco juega a dos bandas en las cuales no termina de posicionarse, por una parte del lado de los narcos buscando venganza por la muerte de su hijo y por otra parte con la policía tratando de detener a los primeros, siempre tratando de ocultar a las otras partes interesadas su continuidad al otro lado. Asistimos también al reencuentro de Cross con el asesino de su hermana y todos lo que su autismo conlleva en el trato con este tipo de personas. La investigación que llevan a cabo va más allá de una simple guerra de bandas y pone de manifiesto todo el sistema corrupto en ese punto de la frontera donde la CIA a través de diferentes bancos negocia con los traficantes. Volvemos a contar con los periodistas Daniel Frye y Adriana Mendez, un guiño a la serie por ser un profesional de cada nacionalidad, que nos ayudan a entender toda la trama de corrupción y a sus personajes principales. Aquí he de decir que, como ocurriera con Saul Goodman en Breaking Bad, Frye con sus adicciones, su punto cómico y todo el drama real que arrastra, daría para un más que prometedor spin-off.  

Ésta es una serie de tramas pero si por algo destaca es por sus personajes, en la segunda temporada aparece uno que destaca sobre el resto, ella es Eleanor (Franka Potente), una mujer calculadora con un oscuro pasado que lleva las cuentas del cártel. Va dejando cadáveres sin importar raza, sexo o edad, todo para cumplir su objetivo, del cual no estamos seguros hasta el final. Y que sería de esta serie sin su pareja protagonista, Kruger y Bichir hacen un trabajo realmente excepcional, tal vez como dúo no tengan toda la química que nos gustaría, lo cual puede ser parte del guión, pero individualmente nos regalan actuaciones brillantes, sobre todo ella, creando un papel difícil, siniestro.

Los guionistas conocen muy bien el tema y se nota en las tramas y diálogos. Con una fotografía muy cuidada podemos hacernos una idea de la difícil convivencia entre razas en El Paso. Las tramas se complican mucho hacia mitad de temporada, con demasiadas muertes tanto amigas como enemigas, lo cual se agradece por ese toque de realismo, y recordar los nombres se hace un trabajo complicado. Pero aquí los responsables trabajan muy bien y en los cuatro episodios finales van cerrando los frentes con buenas explicaciones y hacen que ese dolor de cabeza que nos daba tanta acción se disuelva.

 Posibles Spoilers a continuación

El final me dejó buen sabor de boca, obviamente pensando en una tercera temporada, que no tendremos, para terminar de cerrar las tramas. Quisiera saber qué pasará con Marco, pretendido para jefe de policía y con intención de dejarla al mismo tiempo, tratando de detener al mayor narcotraficante, Fausto Galván, que conoce sus secretos más sucios, con un jefe imputado hasta las cejas en todo tipo de corrupciones. Que pasaría con la CIA en su guerra contra la DEA, con una jefa renegando de sus empleados para que no descubran sus oscuras intenciones. Que acontecimientos esperan a Frye, ahora que el teniente Hank, un gran Ted Levine (el capitán Stottlemeyer en Monk), les dejará redactar la muerte del hombre de la agencia de inteligencia. Y por supuesto qué pasará con Sonya Cross, sin ninguna intención de superar la muerte de su hermana, empezando a preocuparse por una madre vagabunda, y habiendo capturado recientemente a uno de los personajes más peligrosos de cuantos hemos conocido, Eleanor Nacht, que nos dio una de las escenas más absurdas justo al finalizar el último capítulo, así como necesaria para entender todo ese odio hacia su padre.

Lo mejor: El ambiente creado y unos personajes muy potentes.

Lo peor: Tramas muy enrevesadas desde el principio de la temporada.

miércoles, 12 de noviembre de 2014

CRITICA AzulOscuroCasiNegro


España, 2006
Director y guión: Daniel Sánchez Arévalo
Fotografía: Juan Carlos Gómez

Nota: 8


      Sánchez Arévalo no pasa inadvertido por el mundo de nuestra pequeña y gran pantalla. Director de cine, guionista y productor desde 1993. En 2006 nos trae AzulOscursoCasiNegro, su primer largometraje, marcando un punto de inflexión en su carrera. Ganadora de tres Goyas (mejor dirección novel, mejor actor de reparto y mejor actor revelación) compitiendo con 1 franco 14 pesetas (Carlos Iglesias).  Sánchez Arévalo sigue su andadura  en el cine y nos presenta Gordos (2009), la divertida Primos (2011) y por último, el pasado año entrega La gran familia española (2013), ganadora de dos premios Goya.  


Seguramente AzuOscuroCasiNegro sea su película más intensa, y por supuesto más dura, teniendo en cuenta que es un género distinto a las demás. Nos cuenta la historia de Jorge (Quim Gutiérrez), un joven portero de viviendas  que debe  cuidar de su padre enfermo y de su hermano Antonio (Antonio de la Torre) que se encuentra en prisión, además de la vuelta al edificio del amor de su vida, Marta (Eva Pallarés). En su vida todo son límites, encontrándose continuamente con distintos muros que le impedirá realizar sus sueños y poder tener las riendas de su vida. Es una historia de superación personal, de vivir con unas circunstancias que no pertenecen a uno mismo, pero por las que tiene que seguir hacia delante, y es que todo tiene muy mal color. Pero el cambio es posible, con la entrada en su vida de Paula (Marta Etura), una joven reclusa que quiere quedarse embarazada para poder ser trasladada al módulo de maternidad. Es aquí donde la vida de Jorge da un vuelco, y comienza a reconocerse más el mismo, y a todo aquello que lo rodea.

 Dentro de todo este clima de desesperanza, está lo que es la parte más cómica de la película, de mano de Israel (Raúl Arévalo) que descubre la homosexualidad de su padre y lucha por entender y comprender, llegando a plantearse la suya propia.

 Nos encontramos con un Quim Gutiérrez voraz, con una interpretación magistral de la ansiedad por la búsqueda de un cambio, y la angustia de un final que ya crees saber cuál es, estando tan cerca la alternativa. Aunque la trama de Jorge y Paula puede considerarse un poco surrealista, se crea una conexión totalmente distinta entre dos personajes que se encuentran solos en una vida que parece no pertenecerles. No podemos olvidarnos del papel de Antonio, interpretado por el gran Antonio de la Torre, que se aprovecha  de todo lo que le rodea, sin importar a quien pueda perjudicar. 

AzulOscuroCasiNegro es una lucha constante; la búsqueda de algo, que el protagonista asemeja en un bonito traje. Es un estado de victimismo, donde los personajes se han acomodado durante años a la forma de vida que les ha tocado vivir, con miedo y recelo ante las nuevas expectativas que se presentan. El azul oscuro está presente en las vidas de nuestros personajes, rozando el negro, pero todo tiene posibilidad de romperse y quizás, hacerse gris.

 El ambiente del film atrapada, y disfrutas con una fotografía que acompaña a nuestros personajes por su día a día. Es quizás la esencia que aporta Arévalo, capaz de hacer transmitir tantas emociones en poco tiempo. La empatía se palpa entre actor y espectador.  Es un reflejo, en muchas ocasiones, de nuestra propia vida, vivir con algo que no quieres, y no creer tener la posibilidad de cambiarlo. Estamos ante una película existencialista y personal, pero que proporciona al final esperanza.

Es normal que en la gala de Los Goya de 2006, Arévalo tuviera el reconocimiento que tuvo. Ahora, 8 años después, debe seguir teniéndola, proporcionándole al cine español un salto de nivel.

Lo mejor: la capacidad de transmisión de los sentimientos

Lo peor: la falta de realismo en algunas escenas

-“¿Qué buscas?
-Algo para seguir engañándome, igual que tú”

lunes, 10 de noviembre de 2014

CRÍTICA PERDIDA


EE.UU. 2014
Guión por Gillian Flynn
Dirigida por David Fincher
Nota: 6,5

       Perdidos nos ha dejado la última película de David Fincher. Y no es que sea eso lo que busca la cinta, ni mucho menos, pero ha hecho que disfrutemos con su lado más real, con su crítica a la dramatización, al acoso de los medios, y odiemos toda su conspiración de paranoia que tiene tras de sí. Ha sido capaz de lo mejor y de lo peor, una lástima que esto último termine llamando más la atención al finalizar la película. Y es que lo que podría haberse convertido en otra gran cinta suya termina por degradarse hasta lo que muchos han calificado como un telefilm para televisión. De esos que acostumbramos a ver haciendo zapping un domingo a media tarde. Pero vayamos poco a poco.


        Perdida, escrita por Gillian Flynn a partir de su propia novela, cuenta la historia del matrimonio Dunne, Amy y Nick, aparentemente feliz, que el día de su quinto aniversario sufre la desaparición de la esposa y todas las pistas conducen al marido.
Es esta la parte de la película que engancha, esta trama en la que Nick ha de investigar una serie de acertijos que dejó su mujer antes de desaparecer misteriosamente como regalo de aniversario, con la policía atacando sin dudar de su culpabilidad y unos medios de comunicación pegados a él las veinticuatro horas del día. Aquí Fincher hace un gran trabajo, es realmente una clase maestra de como un caso mediático en el que no aparece Amy (he de recordar que ésta es la protagonista de una serie de novelas) es manipulado por los medios para convertir a ojos de la sociedad a Nick en el asesino de su esposa, de tal manera que el espectador llega a dudar de la integridad de este personaje, a sabiendas de que no es perfecto. Y es que Perdida nos habla casi en primera persona desde los dos puntos de vista de la relación, con un hombre preocupado por su mujer, haciendo todo lo posible por encontrarla y arreglar su vida que en parte por su culpa se ha desmontado, y con una mujer que, a través de un diario, nos cuenta que no todo lo que vemos es o ha sido tan bonito como podía parecer. Un gran trabajo en el que apreciamos como la sociedad se involucra desde el primer momento en el caso, tratando de ayudar, apoyando a la familia en los difíciles momentos que tiene que pasar y dejándose influenciar por los medios.

       A Ben Affleck se le pueden echar muchas actuaciones en cara, pero tiene un registro que borda, y es éste. El hombre preocupado, tratando de poner una sonrisa falsa para salir del paso, asombrado ante los nuevos descubrimientos. Una persona seria que cree tener controlada su vida y que se le desmorona ante sus ojos. Así que entendemos su elección en el casting por parte del director, algo que hoy en día está siempre rodeado de polémica, y por un grupo de cinéfilos que quieren que Ben se centre en lo que mejor se le da, dirigir. El acoso sufrido durante la mayor parte del film nos recuerda, a mayor escala, al vivido recientemente en La Caza (Thomas Vinterberg, 2012). Cuando a cada paso que da el protagonista intentando salir de las miradas ajenas, el público se fija en cada pequeño fallo para sacarle punta y hacerle lo más sospechoso posible, casi exigiéndole un modo de comportamiento. Una crítica a como este mundo de la televisión del que todos participamos puede jugar con personas ajenas a ello, y poco a poco consigue destruirlas haciéndonos creer a su antojo lo que más venda en ese momento. Algo que pronosticaron en el capítulo Oso Blanco de Black Mirror (2013).

       Y luego está su antítesis, Rosamund Pike en el papel de Amy, protagonista en la sombra. No es que sea una alegría de personaje en comparación con Nick Dunne pero saca a relucir todos los aspectos a los que no llega el actor de El indomable Will Hunting (Gus Van Sant, 1997). Pike es el gran atractivo interpretativo de la cinta, haciendo una gran labor que seguro será recompensada con más de una nominación a grandes premios. Ésta es la parte de la historia que no convence, que relega a esta gran obra que hasta el momento estaba realizando el bueno de Fincher. Esta trama en la que Amy crea un universo paralelo a través de su diario según el cual nada es lo que parece, donde todo está calculado al milímetro. Todo lo que parece perfecto tiene sus puntos débiles e, incluso, grandes oscuridades. 

      La película da un giro de ciento ochenta grados a mitad de su recorrido, lo que la convierte en esta cinta de serie B de la que nos quejábamos al principio de la crítica. Un recurso fácil pero poco convincente por su falta de credibilidad. Al igual que cierta trama con uno de los personajes secundarios que parece demasiado enrevesada, incluso, para como está la película en ese momento. No entraré en esta parte por no desvelar a nadie tal sorpresa. Pero he de decir que esta trama avanza mucho más rápido que la anterior, que nos habría podido parecer un poco lenta. La fotografía corre a cargo de Jeff Cronenweth, en la que es ya su cuarta colaboración con Fincher, y desempeña un gran trabajo, al igual que la BSO dirigida por Trent Reznor y Atticus Ross, quienes ya consiguieran Oscar y Globo de Oro por La Red Social (2010).

       Aunque es innegable su gran labor al frente del biopic sobre el creador de Facebook, esperamos volver a ver al Fincher de Zodiac (2007) o Seven (1995). Mientras tanto se centra en la pequeña pantalla, después de dirigir el piloto de nuestra queridísima House of Cards, ya que próximamente empezará el rodaje de la versión americana de Utopía.

Lo mejor: La representación de todo lo que conlleva una desaparición mediática. Familia, amigos, policía y medios de comunicación.

Lo peor: Un giro presumiblemente fácil.

sábado, 8 de noviembre de 2014

Siguiendo la pista a THE HATEFUL EIGHT

     Para quien no lo conozca a estas alturas (es difícil) The Hateful Eight, que traducido sería algo así como Los Ocho Odiosos, es la próxima y prometedora película de Quentin Tarantino, programada para estrenarse a finales de 2015. Desde HCS queremos repasar los puntos por los que ha ido pasando esta tormentosa producción:


     El 26 de noviembre 2013, Tarantino anunció en The Tonight Show con Jay Leno que trabajaba en un nuevo western. “Me divertí tanto haciendo Django y amo tanto los westerns que después de verme haciendo uno quiero hacer otro, es cómo: vale, ya sé lo que estoy haciendo”.

        Unos días después, concretamente el 11 de enero de 2014, Deadline.com publicó los primeros detalles sobre la cinta, así como el citado nombre, creando una gran expectación entre los espectadores y fans del director.

        El 21 de enero, Tarantino decidió cancelar el proyecto tras filtrase el guión, supuestamente por uno de los representantes de los actores a los que se lo había entregado. Estos actores eran Tim Roth, Michael Madsen y Bruce Dern, todos ellos colaboradores habituales del director, sobre todo los dos primeros. En palabras del propio Tarantino: “Uno de ellos dejó que su agente lo leyera y ese agente se lo ha pasado a todo Hollywood”. Fueron muchos los rumores de un reparto mayor con más habituales suyos, ante los cuales dijo: “No le dí el guión ni a Christoph Waltz ni a Samuel L. Jackson” “Han sido o los agentes de Madsen o los de Dern” (Esto ya le había ocurrido anteriormente a Quentin, con Kill Bill o Malditos Bastardos, pero esta vez fue especialmente dolorosa por las pocas manos por las que había pasado el guión) “¡Se lo dí a seis putas personas! A partir de esta semana empiezo a reunirme con editoriales” Tras estas palabras desde muchas webs comenzaron a crear el rumor de que The Hateful Eight acabaría convertido en una novela. Más adelante el cineasta comunicó que tenía intención de hacer una lectura del guión en un teatro bajo entrada de 200 dólares que irían a parar a una ONG.

       Tan sólo dos días después, el 23 de enero, se filtró el guión, así como algunos detalles de interés, en la red a través de gawker.com a quienes Tarantino puso una demanda. La película iba a filmarse en 70mm (en lugar de los 35mm habituales). Ya que la película de 70mm ofrece una imagen de alta resolución que permite una mayor claridad de imagen en grandes tamaños de pantallas proyectadas. La historia introduciría a Madsen y Jackson como unos caza-recompensas que se dirigen a un pueblo, por el camino se cruzan con un sheriff y su chófer, una prisionera, un francés, un cowboy y un verdugo, y deberían pasar noche en un refugio por una ventisca inesperada.


       El 19 de abril, en el Teatro Ace Hotel de Los Ángeles, Quentin Tarantino y un grupo de actores hicieron una lectura dramatizada del guión. Tarantino matizó que la lectura sería sobre el primer borrador y que se encontraba escribiendo el tercero. Entre los asistentes destacaron Samuel L. Jackson, Kurt Russell, Amber Tamblyn, Walton Goggins, Tim Roth, Michael Madsen, Bruce DernJames Remar. Se echó en falta a Christoph Waltz, que más tarde se confirmó que no aparecería en la cinta, al parecer, por incompatibilidad con la grabación de Big Eyes, de Tim Burton.

     El 26 de mayo, el director confirmó que dirigiría la película, la cual empezaría a rodarse en Wyoming en noviembre de 2014 y contaría con un casting formado por los actores y actrices que días antes habían hecho la lectura. Dos meses más tarde, el 29 de julio, aparece el teaser poster (primera versión del poster original) señalando que la película se estrenará en 2015.

El 21 de agosto apareció el primer teaser trailer presentando a los personajes, y sin nombrar actor o actriz alguna, en la premiere de Sin City 2, de su amigo Robert Rodriguez. Y ya llegamos a nuestras fechas, hace unas semanas, el 10 de octubre, se descubrió el primer fichaje oficial de la cinta, Jennifer Jason Leigh en el papel de Daisy, que hasta ese momento se creía sería para Amber Tamblyn puesto que ella fue la encargada de interpretarla en la lectura, por delante de grandes nombres que esperaban el papel como Michelle Williams, Hillary Swank o Robin Wright. Y hace una semana se empezó a rumorear con la intención de Quentin de contar con Channing Tatum, quien se está labrando poco a poco una buena carrera en este mundillo. Pues bien ha día de hoy, 8 de noviembre, The Weinstein Company, el estudio que llevará la película, ha confirmado el reparto del film, contando con los ya mencionados, Tatum y Demian Bichir, Marco Ruiz en The Bridge. La cinta sigue programada para finales de 2015. Seguiremos informando de cuanto pase de aquí a un año que, por lo visto hasta ahora, aún puede dar muchas vueltas.


miércoles, 5 de noviembre de 2014

RAY DONOVAN Segunda Temporada















Nota: 5

La verdad que es una pena. Es una pena que una serie con tantísimo potencial nos haya dado una segunda temporada tan vacía de emociones. No digo que la primera fuera una obra maestra, pero nos abrían las puertas a esta familia tan compleja como son los Donovan y a un mundo, el de Ray, que aunque ya lo hayamos visto de mejor o peor manera tanto en el mundo del cine como en la televisión, siempre se hace atractivo.


Para quien no lo sepa, Ray Donovan (Liev Schreiber) es un solucionador de problemas, una especie de Sr. Lobo pero con la violencia como principal arma. Dirige su empresa, es padre de familia, tiene tres hermanos con los que comparte un oscuro pasado y un padre desastroso, que resulta ser la verdadera estrella de la serie, Mickey Donovan (Jon Voight). Y es que si la temporada pasada éste se llevo un merecido Globo de Oro (por encima de los no menos merecidos Aaron Paul y Corey Stoll), este año han tratado de explotar su personaje al máximo, dejando a la serie cojeando de varias patas. Pero vamos por partes.

Atención, posibles Spoilers.


Pues bien, el gran fallo de la serie que ya se notaba en la primera pero en esta ha sido la confirmación, es el hecho de que no vemos lo que nos querían vender en un principio. ¿Dónde está ese solucionador de problemas? Sólo veo a un tipo hasta el cuello de problemas en los que se ha metido el solito intentando proteger a su familia y para ello pone a todo su equipo de niñeras. Vale que en el piloto nos dejaran ver un poco su modus operandi pero hasta ahora poco más hemos visto, algún trabajo con el actor, cuatro visitas a los abogados y poco más. ¿Cómo estos abogados pueden pagar tanto dinero a Ray por no hacer prácticamente nada? 

Cuanto más conocemos a Ray más nos damos cuenta que en el fondo es un asesino sin escrúpulos, un infiel nato a su mujer sin mostrar el mínimo arrepentimiento, y sin embargo, se enamora de una periodista. Son cosas, detalles, que no nos cuadran en la historia que nos quieren contar. Ray es capaz de ir a prisión, de tirar todo por lo que ha luchado con tal de mantener la seguridad de una persona que claramente lo ha utilizado.

Y luego está la familia, Abby Donovan con un claro síndrome de Carmela Soprano, es decir, darte cuenta en plena madurez de tu matrimonio que tu marido no es como creías en un principio y que no te gusta lo que ves a diario. Eso sí, Paula Malcomson (Deadwood), como ya nos tiene acostumbrados hace un gran papel, al igual que su hija en la serie, no puedo decir lo mismo del niño. Por otra parte están los hermanos de Ray: Terry, Buchy y Darryl; geniales, que al final resultan ser las tramas que más nos marcan de la serie y lo que más queremos ver. Y es que lo mejor de esta temporada ha sido esa entrañable reunión familiar por el cumpleaños de Conor en el 2x07 y los dos últimos capítulos, cuando más veíamos evolucionar a la familia al completo.

En cuanto a las nuevas incorporaciones, destacan dos personajes por encima del resto; Hank Azaria, acostumbrados a verlo en papeles cómicos, como el próximo director del FBI Ed Cochram y el gran Wendell Pierce, un actor que con dos series ha creado dos de los personajes más importantes y entrañables de la historia de la televisión1, y que, sin embargo, aquí ha estado totalmente desaprovechado, como un agente de la condicional adicto al juego y corrupto por necesidad. Quien más ha llamado mi atención ha sido Shorty (Steph DuVall) con este personaje anciano, adicto y enfermo, quien nunca será galardonado con un premio pero que bien podría serlo. Y es que una de las cosas que más pueden molestar es lo desaprovechado de un gran reparto.


Y es que son tantas las cosas que han llamado mi atención en esta temporada… Una sobre todo, repetida tanto en el 2x01 cómo en el final. Y es que nos encontramos a Mickey hablando con un delfín y un caballo. ¿¡Qué es esto!? La primera vez lo entendí como el sueño de un hombre mayor; “Ya no eres el capitán, Mick” pero viéndolo en las carreras y como esto influye en la historia me da que pensar que los guionistas se han  quedado sin recursos narrativos para hacer que la historia crezca, y eso ya son palabras mayores. ¿Y qué hay de las historias de relleno? Como el tema sexual de Ray con Deb y su novio, que ni nos interesa ni tiene ningún sentido para la historia, por no decir el poco sentido que tiene en sí mismo.


Showtime lanzó la serie en cuanto comenzó la octava, y última, temporada de Dexter, tratando de atraer a sus fans. Y la verdad, esta se acerca más a las últimas que a las primeras temporadas de nuestro querido asesino en serie. Y es que si en algo es experta la cadena es en destruir todo el potencial de las primeras temporadas de sus series, como es el caso de las nombradas, Homeland o Californication. ¿Pasará lo mismo con Shameless?


Lo mejor: Si no la tomas en serio puede ser una serie entretenida. Y algunas interpretaciones.

Lo peor: Está muy desaprovechado todo su potencial.

1. Estos personajes son Bunk Moreland y Antoine Batiste, de The Wire y Treme respectivamente.

domingo, 2 de noviembre de 2014

CRÍTICA ANNABELLE

Estados Unidos, 2014
Guión de Gary Dauberman
Dirigida por John R. Leonetti
Nota: 5


          James Wan revolucionó el cine de terror hace ya diez años con una película que ya puede ser catalogada como de culto dentro y fuera del mundo del suspense, estamos hablando de Saw. Con un guión brillante de manos de Leigh Whannell, colaborador (y actor) suyo en varias de sus películas, y un ambiente e interpretaciones dignas del mejor cine independiente, lograron que todo el mundo se agarrará al sofá al ver el sufrimiento de aquellas dos personas que despertaban en un baño desconocido y a las que se les acababa el tiempo antes de morir. Tras esta, Wan conocedor de su talento para este tipo de films continuó dirigiendo películas de terror como la saga Insidious (2010) hasta llegar a la gran Expediente Warren (2013). Ésta fue un gran salto de calidad en su carrera, ya que partiendo de los tópicos clásicos del cine de terror creó una película que realmente produce miedo y que rompe de alguna manera con el modelo establecido que tenemos con este género.

               Tras el éxito de esta película, no fue difícil adivinar una segunda parte, en este caso un spinf-off, tan característico de las series, o precuela, centrado en la muñeca Annabelle, parte importante de la primera cinta de la saga. Para realizar ésta, Warner Bros acudió al director John R. Leonetti, autor de secuelas que no pasarán a la historia como Mortal Kombat o El efecto mariposa 2. Y es aquí donde nos encontramos, Annabelle tampoco pasará a la historia. 



         Annabelle nos cuenta la historia, supuestamente real, de cómo una muñeca poseída llegó a manos de una joven y revolucionó su piso de estudiantes al aparecer en diferentes lugares de la vivienda e incluso llegar a dejar notas. Esta historia ya se tocó levemente en Expediente Warren y aquí sirve de punto de partida. Antes de todo esto, en sus inicios, Annabelle fue un regalo John Form (Ward Horton) a su mujer embarazada Mia (Anabelle Wallis), por su afición, casi psicótica, a coleccionar muñecas. Tras una serie de asesinatos en el barrio por supuestos seguidores del mismísimo Charles Manson, conocidos como La Familia, que desembocan en la casa de los Form, y como consecuencia de la muerte de una de las asesinas con la muñeca en brazos, ésta recibe al demonio para sembrar el mal a la familia que vive en esa casa. De hecho, y a diferencia de otras películas del género, este espíritu demoníaco acompaña a la familia allá donde va, siempre en forma de muñeca que se resiste a desaparecer.

         
          El problema de la película reside en el planteamiento de la misma. A diferencia de la anterior (es una pena tener que compararlas) en la que los sustos venían precedidos de momentos de auténtico miedo, en esta aparecen en tres momentos puntuales, sin esperarlos, que no quita para que asuste, pero no produce miedo. Así como la repetitiva conclusión de escenas con el fundido a negro, dejando al espectador contar los segundos para el susto venidero esperado y que éste no llegue y sea sustituido por una pantalla negra y un cambio de escena. Un ejercicio bastante sencillo, que hace sospechar de la imposibilidad del director para crear verdaderas escenas de miedo y sustos.



         Aún así, he de destacar el trabajo de la actriz protagonista, Annabelle Wallis, sobre la que recae gran peso de la película, lástima que el resto del peso recaiga sobre una muñeca inanimada. Wallis, que los seriéfilos la conocerán de Los Tudor (2007-2010) y la gran Peaky Blinders (2013- ) crea un papel, de madre preocupada que produce la poca tensión que posee el film, y es de agradecer, sobre todo teniendo en cuenta los papeles tan planos con los que cuenta el resto del reparto. Y es que el personaje de John carece prácticamente de expresividad, y se mantiene, de alguna manera, alejado de su mujer y de lo que ocurre en su casa. Y luego está la librera, un personaje metido con calzador, que entra en la historia de una manera poco creíble y hace que el trabajo de la actriz resulte inadvertido.

         La segunda parte de Expediente Warren recientemente retrasó su fecha de estreno a octubre de 2016 esperemos que para contar con James Wan de nuevo a la dirección, que es quien a estas alturas puede darnos ese voto de confianza en la cinta que tanto necesitamos.


Lo mejor: Annabelle Wallis.

Lo peor: La película no crea ninguna novedad en las películas de miedo y se convierte en una de tantas.