martes, 28 de abril de 2015

Siguiendo la pista a MAYO

Mayo se presenta como un mes de transición ya que las series que empezaron en Enero acaban aquí su temporada y es en Junio cuando las cadenas renuevan su programación. Con el cine pasa algo parecido, éste es un mes flojo de estrenos ya que hemos acabado la temporada de premios y aún es pronto para las películas para toda la familia y blockbusters típicos del verano.

CINE

A CAMBIO DE NADA: El primer largometraje de Daniel Guzmán es un drama adolescente sobre Darío, quien por no posicionarse con uno de sus padres en el proceso de divorcio intenta vivir su vida independiente y para ello es muy importante las relaciones que entabla en el camino. Un elenco mayoritariamente desconocido, a excepción del omnipresente Luis Tosar y un trailer que emociona y que nos hace soñar con una mezcla entre ‘Hacia Rutas Salvajes’ y ‘7 Vírgenes’. Estreno día 8. 


MAD MAX: FURIA EN LA CARRETERA: Vuelve Max Rockatansky, y vuelve dirigido por George Miller, el autor de la trilogía original, sólo que esta vez lo interpreta un actor que aquí nos encanta y es Tom Hardy (Bronson, Locke). Coprotagonizado por Charlize Theron y con una fotografía única que se hace visible en sus numerosos trailers que ya nos han cautivado, seguiremos con las aventuras de ese futuro apocalíptico en el que la gasolina es el bien más preciado y cualquier cosa es posible para conseguirla. 15 de Mayo.

LA DEUDA: Esta producción hispano-americana se llevó el premio al mejor guión en el reciente festival de Málaga. Protagonizada por Stephen Dorff, Alberto Ammann y Carlos Bardem nos narra sus vidas y como se entrecruzan e interactúan al pertenecer a diferentes clases sociales. Trailer. 15 de Mayo. 

RETRATOS DE FAMILIA: La premisa es cuanto menos interesante. Una familia desestructurada de Singapur (país de la película) recibe a una mujer filipina que viene a trabajar y que altera la tensión en la casa aunque crea una fuerte relación de amistad con el hijo. Ganó el premio a la mejor ópera prima en Cannes 2013. Trailer. Estreno día 22. 

TOMORROWLAND: Brad Bird (Misión Imposible IV, Los Increibles) nos trae esta historia fantástica protagonizada por George Clooney, Britt Robertson y Hugh Laurie en la cual una adolescente descubre un nuevo mundo al que debe acceer para solucionar los problemas del suyo propia. Película blockbuster con moraleja para toda la familia. En HCS nos lo tomaremos con calma, nos recuerda demasiado a demasiadas cintas no muy buenas. Trailer. 29 de Mayo. 

IT FOLLOWS: Una película de miedo adolescente más pero que ya tuvo muy buenas críticas en EE.UU. Día 29. El trailer la verdad que produce buenas sensaciones.  


SERIES


El día 3 tenemos tanto el final de una de las comedias revelación de 2015 como es THE LAST MAN ON EARTH, la cual nos está gustando pero no da para mucho, y el inicio de la segunda temporada de PENNY DREADFUL.

Al día siguiente, 4, acaba la primera temporada de la que para nosotros ha sido la gran decepción de 2014, GOTHAM.

Día 10, final de la sexta entrega de la grandísima THE GOOD WIFE, nunca hay suficiente Alicia Florrick. Ésta seguramente sea la serie que más enganchados nos tiene actualmente, por eso de que la empezamos hace relativamente poco.


El día 14 empieza uno de nuestros estrenos más esperados WAYWARD PINES, la nueva serie de M. Night Shyamalan, responsable de cintas como El Sexto Sentido o El Protegido pero también de fracasos absolutos como After Earth por lo que esta serie nos da un poco de miedo. Un agente del servicio secreto se dirige a un pequeño pueblo de Idaho para buscar a dos compañeros del FBI desaparecidos. Las comparaciones con Twin Peaks serás obvias. Lo protagoniza Matt Dillon, que en opinión de un servidor no es el más indicado para dar confianza a este proyecto.

El 17 termina una de las grandes series de la historia, MAD MEN, lloraremos la despedida de Don Draper.

          Y por último el día 28 termina la quinta temporada de LOUIE y según cuentan quienes lo están viendo en directo no sólo mantiene el nivel de pasada entregas sino que se está superando. Excelentes noticias.

lunes, 20 de abril de 2015

THE KILLING Tercera Temporada



AMC, 2013
Creada por Venna Sud


Nota: 4


Tras ver las dos primeras temporadas, ya comentamos en su correspondiente crítica que sentíamos un amor-odio por esta serie. Pues bien, ese “amor” se ha acabado del todo. Como ya sabemos la serie está basada en la danesa Forbrydelsen y tras acabar sus primeras temporadas en las cuales se inspiraba, AMC decidió no renovarla en Julio de 2012, sin embargo, unos meses después, tras un acuerdo con FOX se firmó por esta tercera temporada que empezaría de cero su trayectoria, olvidando por tanto el famoso caso de Rosie Larsen.

Esta temporada se nos presentaba con nuestra pareja protagonista separada ya que Linden ha dejado su labor como detective para llevar una vida más tranquila, alejada de los problemas que su puesto le causaba. Holder, por otra parte, parece estar haciéndose un nombre en la comisaría junto con su nuevo compañero. Es aquí donde empezamos, Holder escoge un caso al que no ha sido asignado sobre la desaparición de chicas jóvenes sin hogar que ejercen la prostitución y al llevar la investigación descubre que existen coincidencias entre éste y un caso que llevó Linden años atrás y por el cual ya se condenó a un preso a muerte.

Este preso es Peter Saarsgard (Jarhead, An education) y es una de las incorporaciones a la serie que nos alegraban por su talento, junto con otros como Elias Koteas. Talento que no ha sido aprovechado correctamente. El primero porque interpreta a un preso que aunque inocente hace todo lo posible porque se crea de él que es culpable, y no sólo eso, sino que siente tener parte de la culpa de alguna manera y para ello trata de demostrar repetidas veces que es una mala persona, pero es un talento mal aprovechado, porque sigue un línea temporal paralela al hilo de la serie que nos promete continuamente un punto de unión o un desenlace a la altura que nunca llega. En otras palabras, es un personaje que en principio nos aporta mucho, pero que una vez finalizada la temporada aceptamos que ha sobrado completamente, hubiéramos entendido todo bien sin él.


Siguiendo con nuestros protagonistas, ambos se ven envueltos en la trama de las desapariciones que desemboca en la aparición de una veintena de cadáveres, que nos mete de lleno en ese mundo que en ocasiones se pasa de turbio para nosotros. Así que volvemos a ver a Linden (Mireille Enos) derrumbarse una y otra vez por lo atormentado de su pasado y a Holder (Joel Kinnaman) cruzar la línea de lo correcto en varias ocasiones para atrapar al asesino. Lo que se le daba bien a esta serie en las temporadas anteriores lo sigue explotando en ésta, un sinfín de sospechosos que vamos descartando capítulo a capítulo para descubrir que quien tan bueno nos parecía al principio resultaba no serlo. Esta técnica está bien usarla una vez pero no deja de ser un recurso fácil y termina cansando.

Hay que añadir que aunque no nos ha gustado nada, en EE.UU. fue aclamada por la crítica por saber reinventarse, a nosotros esta reinvención no nos gustó y parece que al público tampoco porque AMC volvió a cancelarla para que unos meses después Netflix la rescatara para una cuarta temporada que no nos atrae pero que acabaremos viendo y comentando aquí.

Lo mejor: Holder.

          Lo peor: Que no nos gustó este nuevo ambiente y la trama ya cansa.

martes, 14 de abril de 2015

Crítica BLUE RUIN

EE.UU. 2013
Escrita y dirigida por Jeremy Saulnier

Nota: 7

Hace unos días leíamos en una entrevista que Nacho Vigalondo incluía esta cinta reciente entre sus películas de culto, y eso que forma una lista de lo más variada. Nosotros aún no nos atrevemos a calificarla como película de culto pero ¿quién sabe? A lo mejor en unos años no sería tan raro, tiene los alicientes para ello, ya que se trata de una cinta independiente con la venganza como punto de referencia.

Blue Ruin comienza contándonos un día en la vida de Dwight, un vagabundo treintañero y descuidado que come de los que a otros les sobra, se cuela en casas ajenas cuando no hay nadie para darse un baño caliente y acaba siempre durmiendo en su propio coche. La imagen dista mucho del típico borracho sin hogar, eso lo vemos desde el principio. Y es que cuando empezamos a apreciar ciertas similitudes con Hacia rutas salvajes (Sean Penn, 2007) la cinta pega un giro de 180º.

Nuestro protagonista recibe la noticia de algo relacionado con su pasado (no haremos spoilers) y decide iniciar una venganza en toda la regla hacia algo que lleva años odiando y que es principal responsable de su estado actual. El problema es que la venganza de uno mismo tiene como respuesta venganza del contrario. Ojo por ojo, y un poco más si puedes. Un western moderno.

Lo que hace única a esta obra es la atmósfera de tensión que produce desde el segundo acto. Se trata de un thriller pero bien podría ser la sensación de una película de miedo lo que se te mete en el cuerpo. Una repetición de escenas increíblemente tensas, y por tanto bien dirigidas, en las que no queremos estar y queremos que pasen cuanto antes. Es el toque personal de la película.



Hablando de la dirección, Jeremy Saulnier la dirige, la escribe y también lleva la fotografía, haciendo una gran labor en todos los ámbitos. Del protagonista, Macon Blair, diremos que en un principio nos costó aceptarlo en el papel pero acabamos dándole el visto bueno. No diremos mucho más porque es una película que cualquier cosa contada puede influir en una futura visualización, sólo que merece ser vista cuanto antes. Cuando vimos Frío en Julio (Jim Mickle, 2014) leímos que tenía cierto parecido con esta cinta, podría ser que la base principal sea muy parecida pero Blue Ruin está uno o dos escalones por encima.

Lo mejor: El clima de tensión.

Lo peor: Que se reduce a eso, violencia y tensión.

La frase: ¿Sabéis que es lo peor? Que porque mi padre quiso a tu madre vamos a morir todos.

sábado, 11 de abril de 2015

CRÍTICA TENEMOS QUE HABLAR DE KEVIN



Dirección: Lynne Ramsay
Autor: Lionel Shriver

UK-EEUU, 2011


Nota película: 7

Nota libro: 9



       Hay libros que una vez que los acabas sigues pensando en sus personajes durante semanas, hasta que aparece otro con distintos personajes a los que volvemos a engancharnos; es algo que también pasa con las series, un claro ejemplo son nuestros queridos hermanos Fisher. Con Tenemos que hablar de Kevin, libro y película, para nuestros gusto, han sabido complementarse muy bien, engachándonos más, si cabe, a sus personajes. 


Una novela escrita por Lionel Shriver en 2005, presentada a la gran pantalla finalmente en 2011, después de años de producción. Una novela que desgarra el alma, juega con el lector desde el primer momento hasta cuando se te encoge la piel por ese gran final. 

Eva, ciudadana del mundo, amante de los viajes lowcost, creadora de una gran empresa, independiente pero enamorada de su marido Franklin, decide junto a éste ser padres a sus 40 años con intención de dar respuesta a la “Gran Pregunta”. Y es ahí donde aparece en escena Kevin, dando muchísimo de lo que hablar durante toda la narración. Escrita en forma de carta de Eva hacia su esposo, nos sumergimos en la vida de nuestra protagonista y el modo de enfrentar una paternidad que no resulta ser lo esperado y que la ahoga por segundos. Nos encontramos con una excepcional cronología de la vida de Kevin, de sus intentos destructivos ( y tan destructivos) de aquella gente que está a su alrededor; un narcisista, frío y calculador que ya con solo 5 años jugaba con sus padres para conseguir aquello que quería, y que como nos hemos dado cuenta, Kevin al final no quería nada. EEUU es protagonista de críticas en ésta, apareciendo distintos fenómenos donde institutos y escuelas son campos de guerra, donde adolescentes armados deciden acabar con las vidas de sus compañeros. “Tenemos que hablar de Kevin” no es la primera obra que nos habla sobre asesinatos en masas realizados por adolescentes; ahí tenemos el gran documental de “Bowling for Columbine” dirigido por Michael Moore que nos puse la piel de gallina y nos hizo ser conscientes sobre el consumo de armas en EEUU. Pero la autora consigue adentrarnos aún más en sus  páginas, sufriendo  con lo que nos narra e esperando ver el resultado de esos flashback. Ojalá tuviéramos en nuestras manos más libros de esta calidad, tan bien escritos.



            El poder de los libros, de la historia escrita, del pasar de las hojas por nuestros dedos mientras se te cierran los ojos a las 2 de la madrugada pero sin poder dejar de leer, es que la imaginación supone un pilar fundamental, y somos protagonistas, indirectamente, de la historia. Participamos, construimos imágenes de lo que el autor nos quiere contar, y le damos nuestro toque personal. No es ningún misterio que siempre el libro sea mejor que la película, lo escuchamos siempre. Ahí tenemos el caso de “El niño con el pijama de rayas”, un libro demasiado emotivo y bonito y que con la película elimina parte de su esencia. En mi opinión esta película COMPLEMENTA al libro. Nos proporciona unos planos dignos de mención de todo aquel que le guste el cine, con una Tilda Swinton espectacular que muestra unos rasgos perfectos de madre incomprendida, donde la soledad y el vino son sus eternos compañeros, que es la imagen que da el libro. Quizás un poco liosa la historia en el film, demasiados flashback sin terminar de explicar, sin tiempo para comprender qué es lo que pasa por la mente de la familia Khatchdourian. Es por ello que defiendo la idea de que es una película que complementa a esa pequeña obra de arte que es el libro, desarrollándose las diferentes escenas con una BSO muy bien elegida y que da un toque personal al film.


            Justo cuando llegas al final, a esas páginas, o a esos últimos minutos de la película, y te encuentras con el resultado que Kevin ha programado durante 17 años, solo puedes dar dejar de respirar por unos segundos y llevarte las manos a la cabeza, y preguntarte como Eva: ¿Por qué lo hiciste, Kevin?


Es la primera vez que hemos escrito un híbrido de película y libro, pero nos gustan los retos.
Si no habéis leído el libro os animo a que lo hagas y justo después veíais esta joya, para que os quedéis tan enamorados como lo estamos nosotros. Al poco de terminar de verla, leímos una crítica que decía que íbamos a estar mucho tiempo hablando de Kevin, y ahora veo que esa frase es una gran verdad.




Lo mejor: unión libro-película

Lo peor: que termine Eva de mandar cartas 


miércoles, 8 de abril de 2015

BETTER CALL SAUL Primera Temporada



AMC, 2015

Creado por Vince Gilligan y Peter Gould


Nota: 7

Es cierto que el piloto nos había dejado un poco fríos y que temíamos que esta serie se quedase en un mero proyecto con encanto muy a la sombra de su serie madre, Breaking Bad. Y no podíamos estar más equivocados, Better Call Saul tiene una identidad propia, le costó tres episodios arrancar con fuerza pero ya vuela en solitario, tal vez no deberíamos (aunque lo haremos) compararla demasiado con su antecesora pero, al igual que ésta, es una serie que se ha marcado una muy buena primera temporada, que ha ido mejorando capítulo a capítulo y que tiene todas las papeletas para mejorar el año que viene.


La serie, como todas a estas alturas sabemos, parte de la premisa de conocer los orígenes del abogado Saul Goodman desde seis años antes de empezar a colaborar con Walter White. Nos narra los comienzos de éste, desde ser un simple repartidor de correo en el buffet de su hermano Chuck (hemos de recordar, para quien aún no haya visto nada, que Saul no es su nombre real, sino James ‘Jimmy’ McGill), como gracias a su verborrea consigue escaparse de más de un aprieto en los que él mismo se ha metido y poco a poco se introduce como abogado de segunda, primero cogiendo todos los casos que nadie quiere y por los que le pagan una miseria, y más adelante trabajando con ancianos de cara a sus testamentos.

Tal como advertíamos en nuestra crítica del primer episodio, nos daba cierto miedo el tono que utilizara la serie. Ya nos había advertido Vince Gilligan hace varios meses que sería principalmente un drama con toques de comedia negra, eso lo que esperábamos y lo que representaba Saul en Breaking Bad. Pero tras ver el inicio de temporada nos chirriaban algunos personajes y escenas que rozaban la caricatura y desplazaban la serie a una comedia negra estilo Fargo. Estos personajes podrían ser los gemelos de las estafas, el matrimonio del fraude o la misma mafia mexicana. Por otro lado la labor dramática de los protagonistas, tanto Rhea Seehorn como Michael McKean es impecable, dando vida a una abogada con un pasado incierto con nuestro protagonista que quiere lo mejor para él o su propio hermano que sufre un trastorno que no le permite acercarse a campos electromagnéticos, respectivamente.

Mención a parte merece el actor protagonista, Bob Odenkirk, que vuelve a interpretar un papel único y que le encaja como anillo al dedo. Otro de los puntos a destacar es la historia paralela que nos cuentan de Mike Ehrmantraut (Jonathan Banks), el cual se hizo muy querido en BB. Es, también, una historia de comienzos, y es que aunque ambos protagonistas se conocen desde el primer capítulo queremos saber qué lleva a este policía retirado a trabajar en el lado oscuro de nuestro abogado preferido, con permiso de Alicia Florrick.

La serie engancha, como lo hacía su predecesora, aún siguiendo la fórmula de capítulos lentos pero intensos. También utiliza esos primeros minutos de cada episodio para contarnos a modo de flashbacks como Jimmy pasó de ser un simple estafador a tratar de ganarse la vida “honradamente”. Puede que parezca que un 7 es poca nota para esta temporada pero tiene mucho margen de mejora si comparamos qué nos parecieron la quinta y primera temporada de Breaking. Jimmy McGill a.k.a. Saul tiene un carisma que nos encanta, queremos lo mejor para él aún sabiendo que nunca será un gran abogado ni trabajará en una gran compañía, pero queremos saber cuales son sus progresos para llegar a donde una vez vimos que estaba, representando a dos traficantes de poca monta sin ningún tipo de escrúpulo.

Lo mejor: Un gran conjunto de personajes principales.


Lo peor: Los cambios bruscos entre drama y comedia.

jueves, 2 de abril de 2015

GIRLS Cuarta Temporada




Emitida por HBO, 2015
Creada por Lena Dunham


Nota: 8

La cuarta temporada de Girls ha supuesto un cambio de aires para nuestras protagonistas que ha sentado muy bien a la serie ya que arrastraba cierta monotonía, después de tres años, que la iba desgastando poco a poco. Pero han vuelto con fuerza, con guiones fuertes, originales y muy bien escritos. Como ya hemos manifestado anteriormente, sobretodo en twitter, Girls es una serie en la que odiamos a casi todos sus personajes ya que, aunque representan a personas realistas, tienden a ir hacia ciertos extremos y terminan por resultarnos insoportables. Aún así es una serie que engancha como pocas por su bien tratado guión, y porque aunque suframos con sus personalidades, nos atrapan. Para explicar nuestro punto de vista de esta temporada vamos a centrarnos en cada uno de los protagonistas:

HANNA: Hemos visto un cambio radical en la protagonista absoluta de la serie. Empezaba la temporada mudándose a Iowa para empezar su curso de escritura y veíamos como trataba de encajar pero para ello no se cortaba un pelo a la hora de definir a sus compañeros. Vemos como desde el principio no se acostumbra a esas formas propias de los escritores y como congenia perfectamente con los chavales que acaban de empezar la universidad acudiendo a una de sus fiestas con Elijah, entendiendo que sigue sin terminar de madurar. Tratando de tomar ‘la decisión correcta’ tras una charla con su padre, decide dejar el sueño que acaba de empezar y volver a Nueva York. Allí descubre que Adam, del que luego hablaremos, ha empezado una nueva relación sentimental.

Es entonces cuando Hanna trata de dar un nuevo paso en su vida, decide dedicarse a la enseñanza, un trabajo sencillo en el que encaja rápidamente, aunque tiende a llevar al extremo, como en todo, su relación con una de sus alumnas. También conoce a Fran, otro joven profesor y cuya primera cita resulta desastrosa ya que Hanna se las ingenia para estar cerca de Adam sin tener un propósito claro.

Queríamos ver con Hanna (la propia Lena Dunham para quien aún no lo sepa), principalmente, un síntoma de madurez ya que sus continuas altibajos estaban llegando a cansarnos, y en el primer tramo de temporada creíamos que esto seguiría igual, pero no, al final un atisbo de esperanza a llegado para nuestra protagonista y es que ha sabido, finalmente, dejar de lado a Adam por no saber estar a la altura y empezar de nuevo. No todo ha estado bien, el mundo sigue girando en torno a ella, y para prueba la reciente salida del armario de su padre, en donde hemos podido comprobar que ni es capaz de empatizar con él ni de ponerse en la piel de su madre, y es que el egoísmo cuesta curarlo.

MARNIE: Que Allison Williams borda el papel no creo que nadie pueda negarlo pero también se trata del más odiable y detestable. Marnie es la clase de persona que prefiere tener una imagen exterior de felicidad antes que ser realmente feliz, obviamente esto ella nunca lo admitiría, pero así lo venimos viendo desde la primera temporada cuando salía con Charlie porque era guapo y exitoso pero no llegaba sentir nada real por él. Desi es su nueva apuesta, un músico con el que mantiene una relación antes incluso de que lo deje con su novia, lo cual ya dice mucho de él, y que para colmo utiliza la posterior ruptura como motivo para empezar una relación real con Marnie. Esta acepta todo lo que él le dice, como esa bochornosa pedida de matrimonio después de unos de los actos más egoistas que recordamos, al dejarse gran cantidad de un dinero que no tienen en instrumentos que no necesitan. Ray ya le dejó las cosas claras a Desi en un discurso que se ha erigido como el más sincero y duro de la serie, subrayando que este nunca lograría hacerla feliz. La madurez de Marnie es uno de los puntos clave que esperamos para la quinta entrega de esta serie.



SHOSH: Tal vez sea la temporada en la que menos hemos visto a Zosia Mamet, hace tiempo que dejó, parcialmente, su papel de chica inocente, y ahora es una mujer recién licenciada que está dispuesta a comerse el mundo. Hasta que se da cuenta que no es tan fácil pasar las entrevistas de trabajo para los puestos con los que siempre hemos soñado. Tiene olvidado a Ray, sentimentalmente, o eso dice y conoce a alguien con quien congenia muy bien. Pero a última hora tiene que decidir, o el trabajo que siempre a querido pero a miles de kilómetros de su casa o su nueva pareja a quien apenas conoce. En esta serie la respuesta parecía obvia, y por tanto nos ha sorprendido el resultado.

JESSA: La más inmadura de las cuatro. Sigue tratando de demostrar al mundo que tiene una filosofía de vida que le permite hacer lo que le viene en gana en cualquier momento y esto le sigue trayendo algún que otro problema. Personalmente, me importa poco el futuro de este personaje interpretado por Jemima Kirke, ya que no veo atisbos de evolución en ella.

ADAM: Nos sorprendía cuando, a la vuelta de Hanna a Nueva York, éste ya vivía en su casa con su nueva novia Mimi-Rose. Y es que los términos del distanciamiento de la pareja no habían quedado del todo claros pero de ahí a empezar una nueva vida en pareja no nos parecía propio de Adam (Adam Driver). Para colmo Mimi-Rose ha resultado ser todo un personaje peculiar que tampoco sabe lo que quiere en la vida. Pero ya ha sido tarde para Adam y Hanna no va a estar siempre ahí para él. Una pena.


RAY: Es nuestro personaje preferido. El nuestro y el de una mayoría de fans de la serie. Y este año se ha coronado. Ray (Alex Karpovsky) ha pasado de su relación con Shoshanna a esos encuentros ocasionales con Marnie de quien finalmente se ha enamorado. Ray sabe cual es el problema de Marnie y trata de que entre en razón diciéndole que el mayor defecto de Desi es no haberla elegido a ella en un primer momento. Así como el ya citado discurso al propio Desi. Ray ha sabido estar ahí para ella en los momentos duros y esperamos que sea recompensado. Pero claro, esto no es una serie de Disney o una película romántica, aún es pronto para darle a nadie un final feliz.