CINE


EL MOMENTO: Una Bryce Dallas
Howard muy sexy corriendo con tacones delante del Tirannosaurus Rex y
manteniendo la ventaja en todo momento.

LA ALEGRÍA: El gran comienzo para
una nueva trilogía de Star Wars: El despertar de la fuerza. Gracias J.J. Abrams.
LA DECEPCIÓN: Los Vengadores:
La era de Ultrón. Demasiados personajes, demasiadas peleas, mucho dolor de
cabeza. Supone un punto y aparte en nuestro seguimiento al cine de superhéroes.
Necesitamos un descanso.
TELEVISIÓN
LA SERIE: Fargo. La
segunda temporada de esta serie ha sido excelente, perfecta. Nos rendimos a
cada detalle de la misma. La fotografía impecable, cada episodio resplandecía
como nunca. La dirección magnífica, hemos asistido a unas escenas en las que la
tensión iba in crescendo hasta
terminar explotando. Los personajes han brillado más que en ninguna otra serie;
nos quedan para el recuerdo la entusiasta y aparentemente inocente Peggy Blumquist
(Kirsten Dunst), Hanzee (Zahn McClarnor) el indio al que no sabíamos
qué se le pasaba por la cabeza o Mike Milligan (Bokeem Woodbine). Cada capítulo ha sido una delicia que hemos
disfrutado como nunca. La pena: no habrá tercera temporada hasta 2017. A esperar.

EL MOMENTO: El cruce de miradas,
gestos y palabras entre Noah Solloway y Alison Bailey (Dominic West y Ruth Wilson)
en la seasson finale de The Affair,
tras volver a la boda de Cole, tratando de ocultar el secreto más grande de sus
vidas.
LA SORPRESA: Esa dramedia llamada
Togetherness de la que ya os hablamos aquí y que, para sorpresa de
muchos, resultó ser una serie preciosa.
LA ALEGRÍA: Netflix. Es su
año. Narcos, Bloodline,
Sense8, Daredevil, Jessica Jones, House of Cards, Orange is the New Black,
Unbreakable Kimmy Schmidt o BoJack Horseman lo demuestran. A seguir así en
2016.
