martes, 14 de marzo de 2017

TABOO Primera Temporada

BBC One, 2017
Creada por Edward y Tom Hardy, y Steven Knight
Nota: 4

Cuando me enteré de que se estaba preparando esta serie y de quienes estaban detrás reconozco que puse mis expectativas muy altas. Tom Hardy, un actor que tan cuidadosamente ha ido eligiendo sus papeles en su corta trayectoria y que ha demostrado su valía de forma exponencial, llegando a estar nominado al Óscar como mejor secundario por The Revenant, entendemos que si da el salto a producir e interpretar un papel protagonista en una serie es a sabiendas de que se trata de un papel irrepetible y que tiene detrás un guión potente. Sin embargo nos encontramos ante una serie vacía de argumentos, con una trama sencilla que se podría contar perfectamente en tres episodios pero que está alargada a ocho en los que una tercera parte del tiempo vemos a Hardy gruñir.

Da la sensación de que el actor quería ir andando con aires desafiantes por las calles de Londres y ganar en respeto a Thomas Shelby. Es por ello que la serie está escrita por el propio creador de Peaky Blinders, Steven Knight, amigo íntimo de Hardy, que escribió el guión a raíz de una historia del propio Tom y su padre Edward. Y es que la serie no nos transmite mucho más. 1814, James Delaney ha regresado a Inglaterra después de varios años en África, tras el fallecimiento de su padre. Supone una pequeña revolución en Londres ya que todos lo daban por muerto y el testamento de su padre recoge que James es heredero de un territorio de la América india, vital para el comercio de occidente con oriente y punto estratégico en la guerra entre los Estados Unidos y Reino Unido.

Esta primera temporada (recordemos que ya ha sido renovada por una segunda) se centra, casi exclusivamente, en los intentos de la Compañía Británica de las Indias Orientales de conseguir este territorio tanto de forma legal como ilegal. Nos encontramos ante un drama que trata de jugar a la política sin mucho acierto, ya que nuestro protagonista siempre tiene un as bajo la manga para salir airoso de todas las situaciones, de esta manera los intentos de la citada Compañía acaban pareciendo una sucesión de caras de sorpresa y andares rápidos más típicos de una comedia.


Por la serie desfilan actores y actrices de gran calibre como son Stephen Graham (Al Capone en Boardwalk Empire), Michael Kelly (Doug Stamper en House of Cards) o Jonathan Pryce (el gorrión supremo en Game of Thrones), todos ellos curtidos en televisión y que sorprenden aventurándose en un proyecto de estas características con un guión tan pobre. Por allí también se pasa Oona Chaplin, que si bien ya nos cuesta verla como una buena actriz, tiene el papel con menos sentido de cuantos recordamos en mucho tiempo. Una trama incómoda paralela que no aporta nada a la historia, como tantos otras que ocurren en esta serie.

La verdad que no entendemos la buena acogida que ha tenido en Reino Unido, que le ha llevado a la BBC a renovarla (se habla de finalizarla en una tercera temporada), ya que desde el principio se intuye que gran parte de los acontecimientos son de relleno. Suponemos que se debe a los grandes intérpretes que posee y sobre todo a Tom Hardy, que a día de hoy es capaz de cualquier cosa.

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