Llevábamos un tiempo esperando
este estreno. Nos gustaba su sinopsis, poder conocer, mediante investigaciones
reales, sucesos trágicos y escabrosos de nuestra historia que alguna vez habían
podido leer nuestros padres en el mismo periódico. Una serie española con
presupuesto, gente competente delante y detrás de las cámaras, y una aparente
calidad; no es que sea la única, pero no abundan en nuestro país. Y a grandes
rasgos nos hemos sentido decepcionados. Decepcionados porque esperábamos un
ambiente mucho más serio, acercarnos más a la realidad. Llevamos años
demandando en España series con contenido serio que nos expliquen desde un
punto de vista objetivo los acontecimientos que ocurrieron o que ocurren a
nuestro alrededor como pueden ser el tráfico de drogas o la corrupción, y con
El Caso esperábamos algo así. El problema reside en que, a nuestros ojos,
termina siendo una serie que pretende más ser comercial que contarnos las
historias reales.
Me explico; el piloto empieza con
buen pié: nos muestras a unos detectives en 1969 en la escena de un crimen, con
el cuerpo de una mujer joven recientemente asesinada, y allí se presentan dos
reporteros que, para asombro de ambos, trabajan para el mismo periódico, El
Caso. Ellos son Jesús Expósito (Fernando
Guillén Cuervo) y Clara Sánchez (Verónica
Sánchez) quienes son obligados a trabajar juntos en la investigación para
reticencia de él. Pronto se convierten en nuestros protagonistas, y por un lado
nos muestran a un investigador nato, con sus contactos en la policía y sus
artimañas para llegar donde no llega ningún otro periodista. Por el otro, una reportera
con muy buenas ideas y una gran capacidad de observación que tiene que lidiar
en su día a día con el machismo predominante de la época.
La investigación es un cúmulo de
historias rocambolescas en las que intervienen prostitutas, chulos, madres
destrozadas y soldados americanos en la base de Torrejón de Ardoz. En sí, la
historia tiene su miga y más sabiendo que son hechos reales. El problema
principal viene con el humor: desde el principio vemos que el personaje de
Jesús es el más cómico de todos y tiene cierta gracia pero esto acaba derivando
en una serie de situaciones y conversaciones que resultan humorísticas, y que
restan verosimilitud a la historia. Otro problema es la introducción de las
historias familiares de los protagonistas que hacen que nos despistemos de la
historia que realmente queremos ver. Por último puntualizar que nos resultó
cuanto menos chocante que para el papel de uno de los soldados americanos
contrataran a un actor sin conocimientos de inglés.
Supongo que algunos esperábamos
un acercamiento, salvando las distancias, a la quinta temporada de The Wire o a
la reciente Spotlight para acabar encontrándonos con un producto más que
repetido en la televisión española actual, que nos recuerda a productos como
Olmos y Robles, o La chica de ayer. Recientemente hemos conocido que Antena3
está trabajando en la serie Fariña, basada en la novela del mismo nombre de
Nacho Carretero y que nos contará la historia de los grandes contrabandistas
gallegos desde 1975 hasta 2015, así que esperamos que su línea sea más parecida
a Narcos que a Los hombres de Paco.
Conclusión: Podemos darle una (otra) oportunidad.
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