HBO, 2016
Creada por Jay y Mark Duplass, y
Steve Zissis
Nota: 7
Es una pena que la misma HBO, que
tantas veces ha renovado sus series sin pensar en las audiencias, haya
cancelado esta pequeña joya con grandes rasgos de calidad. Y aunque el final de
la serie pueda parecer cerrado, el propio Mark Duplass ya advirtió que cuando
se grabó aún no sabían la decisión de la cadena, con la que trabajarán en
futuros proyectos. Pero no adelantemos acontecimientos; vamos a centrarnos en
esta temporada, que aunque ha sido ligeramente inferior a la anterior, nos ha
dejado ver esas pinceladas de drama familiar y de amistad que tanto nos
gustaron el año pasado.
El salto temporal es mínimo en
cuanto a la relación de la pareja formada por Brett y Michelle Pierson, no así
la historia de Alex Pappas que de la noche a la mañana se ha convertido en un
actor respetado que se encuentra haciendo una serie de éxito y está saliendo
con una admiradora mucho más joven. Lo que nos interesa principalmente es ese
matrimonio que estaba fracturado, más aún cuando ella se acostó con David, y
que carga con gran peso en su interior. Si bien es cierto que es algo que se
veía venir, ella sabe que lo que ha hecho está fuera de lugar y debe decidir si
contárselo o no a su marido, mientras esté siente haber tocado fondo y quiere
volverlo a intentar con su esposa. Lo que pasa en la temporada entre ellos dos
es un manual de pareja que nos deja entrar de lleno en sus sentimientos, y
donde, una vez más, tenemos que reivindicar el gran papel que hace ella, Melanie Lynskey. Cada decisión que tomen será importante porque marcará su futuro e, irremediablemente, afectará de alguna manera a su pareja y a la relación que haya entre ellos. Pasamos por varios estados, como ira, egoísmo, amor, celos, soledad o miedo, y todo concentrado en estos magníficos ocho episodios.
La otra historia paralela, la de
Alex y Tina, empieza llena de celos, pero desemboca en esa amistad sincera de
la que vimos trazas la temporada pasada. Él tiene que permanecer con su mejor
amigo en sus momentos de debilidad, y ella apoyar a su hermana con todo lo que
se le ponga por delante. Es ahí cuando, aún cargando con los problemas ajenos,
vuelven a conectar y a entenderse. Esta es una serie en la que no nos paramos a
pensar en las tramas que la componen, eso es lo de menos, lo que de verdad nos
llama la atención es la representación que hacen del amor (roto al fin y al
cabo) y de la amistad.
Lo mejor: Lo que nos ha enseñado esta serie.
Lo peor: Que se haya acabado.
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