AMC, 2016
Creada por Vince Gilligan y Peter
Gould
Nota: 7
Cuando hicimos la crítica de laprimera temporada dijimos que a esta serie le dábamos un margen de mejora
porque, conociendo a sus responsables de Breaking Bad, teníamos claro que ésta
mejoraría año tras año, sin embargo esta vez no ha sido así. Nos ha dado una
sensación, durante toda la temporada, de que los capítulos estaban rellenos de
paja, es decir: sucesos, tramas, información al fin y al cabo, que no nos
sirven de mucho una vez vistos, mientras que las historias interesantes
avanzaban a fuego muy lento.
La temporada a tenido dos partes
fundamentales que esta vez no se han mezclado entre sí, y a día de hoy no
sabemos si esto ha sido un error o un acierto. Por un lado tenemos la trama
principal de Jimmy en su guerra abierta contra Chuck, aunque más bien es al
revés. Por el otro, la historia de Mike (Jonathan
Banks) que todos queremos conocer, que nos lleva puntos de acción y tensión que son los que
más nos recuerdan al Heisenberg de Walter White y que estamos deseosos de
seguir viendo.
La manía que Chuck tiene a su
hermano sigue estando injustificada. Vale, entendemos esos celos porque Jimmy
siempre se salga con la suya utilizando todas las tretas a su alcance mientras
Chuck utiliza el trabajo duro pero al final del día somos capaces de reconocer
que lo único que quiere el pequeño de los McGill es que todos a su alrededor
sean felices, incluido su hermano mayor. Esa escena final es muy trágica en
muchos sentidos porque es una puñalada sin sentido a una persona que acaba de
demostrarte que quiere cuidarte por encima de todo. Estamos destinados a odiar
a Chuck como en su día lo hacíamos con Skyler.
Por el camino quedan las idas y
venidas de Jimmy en los bufetes que, tal vez, nos ayudan a conocer un poco más
al personaje pero, una vez acabada la temporada, vemos que no suponen una
información útil para nosotros. La segunda trama importante, la de Mike, tiene
cómo eje principal sus negocios con uno de los tenientes del cártel mejicano y
posterior guerra abierta con la familia Salamanca, de la que volvemos a ver a
todos sus miembros conocidos que tan buenos momentos nos regalaron en Breaking
Bad, después de regalarnos uno de los mejores momentos del año al enfrentarse
al mismísimo Tuco.
Queremos saber qué es lo que llevó
a Jimmy a cambiarse el nombre por Saul Goodman y empezar un negocio de cero, ¿tendrá
algo que ver la última escena? ¿Está Mike relacionado con la silla de ruedas de
Héctor Salamanca? Son dudas que queremos resolver pero que no deberían rellenar
minutos por el camino. Es por ello que esta serie, que nos cuenta los inicios
de personajes que ya conocemos, no debería durar más de cuatro temporadas.
Lo mejor: Mike.
Lo peor: El relleno innecesario.
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