Para cualquier cinéfilo el nombre
de M. Night Shyamalan dice mucho.
Tal vez para bien, puede que para mal, o como es mi caso, una mezcla de ambas.
Quien nos trajera en 1999 El Sexto
Sentido, sorprendiendo al mundo, y más adelante creara la infravalorada El Protegido o Señales, cayó en el
olvido cuando comenzó a plasmar en cine todo lo que se le pasaba por la cabeza;
El Incidente ya dejaba que desear en 2008 y después llegaron The Last Airbender y After Earth. Toda
una carrera a la basura. Ya nadie quería al director y guionista indio que tan
buenas ideas había tenido en su juventud. Hasta ahora, 2015 es su año de
regreso con esta serie que nos ocupa y su próxima película The Visit. Esperamos que vuelva a su senda.
Wayward Pines muchos la
comparaban desde que se concibió la idea en la cabeza de Shyamalan con aquel
éxito de los noventa llamado Twin Peaks. Pues bien, visto el piloto diremos que
las similitudes son mínimas. Sí, es cierto que el personaje principal tiene
algo en común; uno era agente del FBI, éste del Servicio Secreto, y que está
ambientado en un pequeño pueblo perdido entre las montañas americanas. Y ya
está, si el agente Cooper, en la serie creada por David Lynch trataba de resolver el asesinato de Laura Palmer, aquí
el agente Ethan Burke, Matt Dillon
(del que no somos precisamente los mayores fans), trata de encontrar a dos
compañeros suyos desaparecidos.
El problema es que Burke no está
en Wayward Pines, nombre del pueblo donde transcurre la trama, por voluntad
propia, sino que despierta en uno de sus bosques tras un grave accidente de
coche. Su primer día en el pueblo con paso por el hospital y comisaría
incluidos le deja entrever que éste es un pueblo diferente, y que todo el mundo
le oculta algo. No al estilo Bates Motel
donde todos escondían el tráfico de drogas, sino que da la sensación de que
alguien obliga a estas personas a actuar de determinadas maneras y que parezca
un pueblo idílico. “No hay grillos en Wayward Pines”.
Entre los personajes pintorescos
que se encuentra Ethan Burke destacan Melissa
Leo (Treme) como una enfermera con oscuros propósitos para nuestro
protagonista, que parece un personaje sacado del universo de American Horror Story, el psiquiatra
interpretado por Toby Jones, Juliette Lewis que da vida a alguien
que quiere mostrarnos lo que el pueblo esconde o el sheriff a quien pone rostro
Terrence Howard.
Por otro lado tenemos a la esposa
e hijo de Burke, que tratan de saber que ha ocurrido ya que no consiguen
ponerse en contacto con él. El piloto comienza con una sesión de psiquiatría en
la que el protagonista afirma haber sufrido alucinaciones y entendemos que éste
será el principal recurso que usará Shyamalan para engañarnos y hacernos creer
realidad cosas que no lo son, al igual que en la serie hacen con Ethan. Esperamos
que no resulte demasiado engaño, finalmente. Por lo demás la serie se deja ver
bastante bien. Como ha quedado claro en esta revisión del piloto tiene muchos
aspectos que nos recuerda a muchas otras series pero la trama desde luego nos
llama la atención.
Conclusión: Veremos temporada completa.
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