EE.UU. 2014
Escrita por Bill Dubuque, Nick
Schenk y David Seidler
Dirigida por David Dobkin
Nota: 6
Normalmente tratamos de no
encasillar a los actores conocidos porque después no nos resultan creíbles en
roles diferentes pero, si son ellos mismos los que eligen papeles en los que su
personalidad es siempre la misma, no nos ayudan en absoluto. Obviamente estoy
hablando de Robert Downey Jr., al
que llevamos siete largos años viendo como Iron
Man o Sherlock Holmes los cuales le van como anillo al dedo como genio
prepotente pero que al verlo en una cinta de otro estilo esperábamos que el
suyo también cambiase, pero no y llegará un punto que o no haga otro tipo de
papel o a nadie le resultará creíble.
Y este es uno de los fallos de El
Juez, que explota esta faceta de Downey Jr. En la que da rienda suelta a su
verborrea cada vez que tiene que dar un discurso para demostrarnos a todos, una
vez más, lo mucho que sabe y lo bien que se le da todo. Pero es que esta cinta,
en contraposición, tiene como secundario a Robert
Duvall y este sí que nos encanta. Pero vayamos por partes.
El Juez trata sobre un importante
abogado que vuelve al pueblo de su familia por la muerte de su madre y allí
deberá defender a su odiado padre ya que es sospechoso de haber cometido un crimen.
Éste, además, es el juez del pueblo. Nos encontramos ante un drama familiar en
toda regla, en donde el abogado trata de usar todas las armas a su alcance para
defender a su padre pero éste es un verdadero hombre de ley a la antigua y por
él no pasa eso de decir medias verdades en un tribunal.
Asistimos a esta vuelta a su
pueblo natal donde se da cuenta de la importancia y valor de cada una de las
personas que dejó atrás. De libro. Esos hermanos que se quedaron a cuidar de
sus padres o esa novia que no tenía otros planes más que continuar en el
restaurante de sus padres marcan la evolución de sentimientos de nuestro
protagonista.
Es una cinta que no funciona. Su
mayor virtud son las discusiones tensas entre el protagonista y su padre, que
nos hacen ver el poderío dramático de Duvall. El resto de caras conocidas no
está suficientemente explotado, porque calidad hay. Estoy hablando de los
personajes de Vincent D’Onofrio o Vera Farmiga. Por no mencionar al gran Billy Bob Thornton que podría haber
dado mucho más de lo que aquí nos ofrece. Así que lo que tenemos es una cinta
de reencuentros que pretende la emoción sin conseguirla, que pretende que nos
creamos una vez más que los personajes de Downey Jr. saben recitar monólogos de
varias hojas improvisando y que no se esfuerza por convertirse en una cinta
dramática real, sino que incluso juega a rozar la comedia y eso le resta puntos
de realismo.
Lo mejor: Las discusiones entre padre e hijo.
Lo peor: Que no se mete de lleno en el dramatismo.
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