Crítica escrita por Mandy Merrick
Escrita y dirigida por Brett Morgen
A lo largo de estos años han sido muchos los documentales y películas que
han querido acercarnos a la figura de Kurt
Cobain pero después de ver Montage of Heck puedo asegurar que estamos ante
el documental definitivo.
Lo que en primera instancia diferencia este documental de todos los demás
es que por fin la familia de Kurt ha formado parte del proceso creativo. Frances Bean, única hija del artista,
llamó hace 8 años a Brett Morgen (On the Ropes, 1999) y le dio pleno
acceso a todo el material y los recuerdos que conservaba de su padre. Sólo le
dio una instrucción a seguir: quería que este documental mostrase al ser humano
que había detrás del mito y tal era su confianza en el director que ella misma
figura como productora del documental.
Brett se sumergió durante 8 años en más de 200 horas de audio, música y
videos inéditos y más de 4000 páginas de diarios de Kurt; el resultado es uno
de los documentales más íntimos y viscerales que se han visto hasta ahora. Con
una innovadora manera de mostrar las cosas, el director consigue que el
espectador quede atrapado en la complicada e hipersensible mente del cantante.
El documental no sólo usa los recursos habituales como pueden ser
entrevistas a familiares e imágenes de archivo sino que, además, saca un
extraordinario partido a todo el material inédito, dando vida a sus diarios,
haciendo que sus dibujos cobren movimiento y, sobre todo, el original recurso
de usar los dibujos de Hisko Husling para ilustrar las declaraciones del
cantante.
Todos estos elementos hacen que el espectador entre de lleno en el
universo Cobain, penetrando en su cabeza y proporcionándole un detallado
retrato del músico. Su infancia marcada por el divorcio de sus padres y su
diagnóstico de hiperactividad, el continuo rechazo por parte de sus familiares
y la personalidad complicada de Kurt quedan expuestos sin ningún tipo de
disfraz.
Brett Morgen consigue que el espectador capte el sufrimiento de Cobain y
pueda llegar a empatizar con él, mostrando abiertamente todas sus adicciones,
sus problemas de salud y, sobre todo, la constante fluctuación emocional en la
que vivía.
Todos estos elementos hacen que Montage of Heck sea un brillante retrato
de su personalidad y lo convierte en uno de los documentales más recomendables
de los últimos años, tanto para fans de Nirvana como para los que no lo son por
ser emotivo, visceral, ruidoso, duro, divertido, agresivo, melancólico, amoroso
y triste. Simplemente como Kurt.
Lo mejor: La participación de
toda la familia y amigos de Kurt para brindarle todos los recuerdos que tienen
a Frances.
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