HBO, 2016
Creada por Lena Dunham
Nota: 9
Ésta es una serie a la que no le
pedimos finales felices, ni que sus protagonistas maduren, no nos importa que
sufran o tenga días horribles, ni siquiera nos caen bien, pero sus vidas son
interesantes porque representan, de alguna manera, estereotipos de personas que
tenemos a nuestro alrededor, e incluso, a nuestro pesar, podemos sentirnos
identificados con alguno de sus miedos o pensamientos. Hemos llegado a odiar a
estas chicas por representar personalidades extremas y es por ello que, cuando
sus acciones se asemejan ligeramente a las decisiones que nosotros tomaríamos
en su lugar, una sensación de satisfacción recorre nuestro cuerpo. Esta
temporada no ha sido una cualquiera, ha sido un punto y aparte en sus vidas, y
esa satisfacción la hemos sentido en más de una ocasión. Como ya hicimos el año pasado, vamos a repasar lo acontecido durante la temporada centrándonos en cada
personaje.
MARNIE: La temporada
comenzaba con su temprana boda con Desi que resultaba no ser tan de cuento de
princesas como ella siempre había soñado. La posterior relación matrimonial no
nos sorprende a nadie, con él siendo tan egoísta como siempre, sin saber
convivir y ella centrándose en ese estereotipo al que siempre ha querido
pertenecer: mujer casada, con trabajo y un estilo de vida hippie. Como es
normal las discusiones son frecuentes y Marnie debe decidir si quiere cambiar
de aires y ser feliz o dar esa imagen en su perfil de facebook. Por suerte, y
esa es una de las alegrías inesperadas de este año, parece que poco a poco
empieza a abrir los ojos, a su manera. Allison
Williams sigue haciendo un papel increíble.
SHOSH: El papel de Zosia Mamet se ha convertido
definitivamente en secundario. Poco hemos visto de ella esta temporada. Su aventura
por Japón andaba bien, de hecho estaba increíblemente bien adaptada y parecía
ser feliz, pero de la noche a la mañana era despedida y su gran sueño se venía
abajo y con ello, toda esa vida perfecta en Tokio empezaba a no parecerlo
tanto. Su participación en el grupo de amigas es nula y ha llegado a tal punto
que no sabemos si queremos un retorno.
RAY: Está perdido. La
chica de sus sueños se ha ido con otro y a su bar ya no entra nadie. Quien
fuera voz de la conciencia de cada una de nuestras protagonistas deambula sin
objetivos claros en la vida, en una situación en la que nunca se hubiera
imaginado. Nos ha regalado momentos divertidos este año y ese final de
temporada promete traerle algo de felicidad, aunque conociéndole veremos si esa
posible relación que parece que empieza puede funcionar.
JESSA: Su temporada va
ligada directamente a ADAM, y es que pensándolo bien creo que en ninguna
escena han salido separados. La que parecía una relación imposible, por ser él
ex de Hanna y ella su mejor amiga, poco a poco nos ha ido convenciendo de que
debía ocurrir. Son dos personalidades muy parecidas que se entienden muy bien
en su propia locura. Pero los miedos de ambos por ser conscientes de que lo que
hacen no está “bien” terminan aflorando en una discusión épica en el último
episodio. Ojalá consigan estar juntos.
ELIJAH: Éste ha sido el
año que más relevancia ha tenido y es de agradecer porque lo hemos conocido un
poco mejor y nos ha gustado mucho lo que hemos descubierto. Su relación con
Dill ha sido una montaña rusa pero ha servido para hacer recapacitar al
compañero de piso de Hanna y darse cuenta de que no quiere seguir con esa vida
a alocada que ha llevado hasta ese momento y quiere ir sentando la cabeza. Atención
al papel del gran Corey Stoll,
totalmente inesperado para una serie como Girls.
HANNA: Y por fin nuestra
protagonista. Hanna sigue sin terminar de asimilar la sexualidad de su padre y
su relación con Fran no prospera. A ojos de cualquiera es un chico perfecto
pero sabemos que eso no es lo que ella busca. Lo que deberían ser pequeñas
broncas de pareja se convierten en grandes discusiones porque ella no se atreve
a decir lo que piensa de su relación. Conocer la relación entre su mejor amiga
y su ex novio tampoco la ayuda mucho pero, finalmente, parece que también ha
decidido que ya le toca a ella ser feliz. Algo que, conociendo su personalidad
y su egocentrismo, no va a tener nada fácil.
Lo mejor: Ese aire de optimismo que ha tardado tanto en aparecer.
Lo peor: Los pocos minutos de algunos secundarios.