Showtime, 2016
Creada por Hagai
Levi
Nota: 3
Cuando The Affair
entró en nuestro mundo seriéfilo, puso todo patas arriba. Una serie que apostaba por los distintos puntos de vista, con
una aventura entre dos personas totalmente distintas pero que se encuentran perdidas
en el mundo. Los sentimientos, la soledad y el deseo impregnaban cada capítulo de la
serie, donde esa revolución narrativa nos hacía disfrutar cada semana.
Dos temporadas de
gran nivel, con un final que nos hizo levantarnos del sofá, y apostar por una tercera que se centrara en lo acontecido
en el capítulo final de la anterior, en cómo se desenvolvería la entrada de
Noah a la cárcel, cómo sería el sentimiento de culpabilibadad tanto de Helen
como de Alison y sí éste le llevaría a contar la verdad a terceras personas que
hicieran que todo se tambaleara.
Sin embargo, la
tercera temporada no ha podido ser más aburrida y absurda. Lejos quedaron las tramas llenas de deseo sexual,
desconfianza y locura que The Affair aportaba a la television. Ha sido una
temporada que sabíamos desde el segundo capítulo lo que iba a pasar, y no nos
gustaba, pero ya con el penúltimo lo reafirmamos. ¿Qué han hecho con la serie? ¿Por qué nos han querido meter una
historia sin sentido sobre Noah que a nadie interesa? ¿Por qué incluir un quinto punto
de vista que poco o nada aporta a la historia?
No hay nada que
destacar de este año, porque se ha hecho monótono, sin gracia. No nos ha
proporcionado ningún tipo de empatía, ni sentimiento por Noah. ¿Por qué
intentar cambiar nuestro punto de vista sobre un personaje que no gusta como
Noah? No hemos de amar a cada personaje que salga en una serie, ahí reside la
gracia, que alguien te atraiga y sin embargo quieras todos los males para él.
Entonces, ¿por qué meternos con calzador sus traumas infantiles? ¿Qué ha
aportado eso? ¿A alguien le ha gustado?
Hay demasiados
interrogantes sin respuestas, pero lo que está claro es que esa calidad que la
hacía una gran serie se ha perdido entre tramas mediocres y con poco sentido. A
estas alturas tenemos claro que la serie debió acabar en aquel final de la
segunda temporada que por muy abierto que quedara era redondo para rematar la
serie. Pero una vez más ganan los números y si una serie tiene audiencia cuesta
finalizarla y necesitan sacar nueva temporada antes de un año, no vaya a ser que
los fans se enfaden.
Profundizar en
los sentimientos de los demás es algo que pocas series lo consiguen, por la
supuesta falta de interés de los espectadores o por el pobre ingenio de los
guionistas, pero The Affair lo hacía bien, y es una auténtica pena que hayan
abandonado su punto fuerte, donde poder sacar más jugo. Sabemos lo que queremos
de The Affair, y desde ahora también sabemos lo que no.
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