Estamos ante uno de los
espectáculos más vergonzosos de la televisión actual. No ya por la falta de
medios o el desastroso uso de los efectos especiales sino porque no tiene ni
una mísera pizca de originalidad. Además, todo desde el minuto uno. Asistimos en
primer lugar, como no, a Kripton en el momento que envían a Kal-El a la Tierra
y vemos que también lo hacen con su prima de 12 años, Kara Zor-El, para
proteger a su primo en su nueva vida. Ya en esa escena podemos ver lo patético
de la serie, con unos efectos especiales que se acercan más a los Power Rangers
de los ’90 que a El Hombre de Acero (Zack
Snyder, 2013).
La trama es pésima, Kara, que
mantiene su nombre en nuestro planeta, trabaja (a que no lo adivinaís) en una
empresa de medios aunque no me ha quedado muy claro de cuáles, en la que buscan
un nuevo superhéroe para ser los reyes de la ciudad, National City, y seguir
los pasos de Metrópolis donde Superman ya campa a sus anchas. Kara es la
asistente de Cat Grant, la mandamás de la empresa, interpretada inesperadamente
bien por Calista Flockhart, y trata
de pasar desapercibida intentando llevar una vida normal.
Pero un día pasa lo inevitable,
aquí los guionistas sudaron sangre del esfuerzo, y un avión sobrevuela la
ciudad con dos motores ardiendo y para colmo su hermana está en el interior, de
hecho Kara la ve por sus rayos X desde unos 15 kilómetros de
distancia. Es la excusa perfecta, sale del bar, enfila el primer callejón que
ve y echa a correr tratando de recordar cómo se volaba, y ya está, máxima
felicidad para ella, para su ciudad y para su jefa. Pero a puesto su vida
tranquila en un compromiso, y su hermana, al más puro estilo Kevin Costner, le
deja entrever que tal vez hubiera sido lo correcto dejarla morir por guardar su
secreto. Kara lo tiene claro, va al trabajo, coge a la única persona que le
habla y le cuenta su secreto después de doce años ocultándolo, bravo. Éste
conoce secretos de moda que ayudan a fabricar un traje superresistente y
deciden que la mejor manera para que no la reconozcan es quitándose las gafas,
bravo de nuevo.
A partir de aquí todo va cuesta
abajo, sí más todavía, y no sigo contando porque si leéis este blog espero que
no os llame lo más mínimo esta serie y que os preguntéis que es lo que me ha
llevado a ni siquiera ver el piloto. Sí, yo también me lo pregunto. La serie, a
la que por el bien de la humanidad no deberían dar ni temporada completa en
CBS, es una mezcla entre serie de acción y trama adolescente, antítesis de la
esperada Jessica Jones, que podría haber tenido algo de éxito hace veinte años
pero aún así a Lois & Clark la tengo en mejor recuerdo. Atención, por
cierto, al cameo de Dean Cain. No
soy seguidor de Arrow, ni Flash, ni series por el estilo pero espero que tengan
un poco más de nivel que ésta, más que nada por la legión de fans que inunda mi
twitter y que no me gustaría tener que dejar de seguir.
Conclusión: ¿Por qué he hecho esto?
No hay comentarios:
Publicar un comentario