Netflix, 2014
Creada por Veena Sud
Nota: 7
Tenemos que estar agradecidos a
que Netflix decidiera rescatar esta serie. Las cosas no podían haber ido peor
en aquella tercera temporada que AMC canceló en un principio para renovar
después. Una serie entretenida había caído al pozo y sus productores la habían
dejado tirada. Pero llegó Netflix y la rescató, y no sólo eso sino que le ha
dado un final más que digno y una corta pero eficiente temporada que vuelve a
subir el nivel de esta serie.
La premisa estaba muy caliente ya
que teníamos a Linden que acababa de realizar el mayor error de su vida, matar
a Skinner, y a Holder ejerciendo de fiel compañero, ese que siempre fue aunque
no siempre lo pareció. Por otro lado nos presentaban el caso de la temporada,
todos los miembros de una familia de alto nivel aparecían muertos en su casa,
salvo su hijo varón, que se encontraba sin sentido con una herida superficial
de bala en la cabeza. Para darle más jugo las armas no coincidían entre las
heridas del chico y las de su familia.
Estamos ante una temporada de seis
capítulos por lo que desde un principio sabemos que la forma procedimental “marca
de la casa” de esta serie no va a ser el eje fundamental en esta ocasión. Quien
haya visto alguna temporada anterior sabe de lo que hablamos: darnos una
infinidad de pistas falsas intentando que a cada cierre de episodio sospechemos
de la culpabilidad de un personaje diferente. Aquí, por supuesto, existe ese
baile de nombres pero en una lista mucho más reducida que nos hace saber en que
círculo hallar al culpable.
Kyle Stansbury despierta en el
hospital en estado de amnesia y lo último que recuerda es estar en su academia
militar, y eso allí donde lo mandan después de quedarse huérfano. Así nos
presentan al resto de nuevos personajes; Margaret O`Neall, la jefa de la
academia, (una gran Joan Allen) y dos compañeros de Kyle que nos hacen
sospechar de ellos desde el principio, Knof y Fielding. Mientras avanza la
temporada descubrimos que esta academia es más importante de lo que parece en
la resolución del caso y alberga grandes secretos que no deben ser
descubiertos.
Por el otro lado tenemos la
investigación paralela que lleva Reddick, excompañero de Holder, para esclarecer
lo sucedido en la desaparición de Skinner, influenciado por el énfasis que pone
la familia de éste. Este caso nos recuerda al que llevó Hank en la última
temporada de Breaking Bad, teniendo a su enemigo en casa. Además las pistas que
va dejando Linden son cuanto menos claras.
Estas dos tramas interesantes nos
hacen volver a disfrutar de la pareja de detectives en estado puro, con sus
vidas privadas tambaleándose (el hijo de Linden lo ha pasado muy mal en la
vida, pobre chaval). Pero en el trabajo hacen buen equipo, y es que esta relación parece casi la de un matrimonio enfadado carente de tensión sexual, aunque lo atractivo
aquí es ver como intentan resolver un caso tratando de tapar el otro. La
resolución del caso avanza a trompicones con, tal vez, exceso de drama por
parte de los integrantes de la academia militar, pero nos deja un buen sabor de
boca. En cuanto al final propio de la serie, que no desvelaremos, nos dejó con
la boca abierta. Y es que hay cosas que por mucho que las busques no funcionan
y lo que se intenta ahí es algo que costará al espectador dar su visto bueno.
Lo mejor: Un final digno para esta serie.
Lo peor: Si en una serie no hay tensión sexual entre los protagonistas, no la fuerces.
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