sábado, 14 de febrero de 2015

BETTER CALL SAUL (Piloto)



El pasado día 8 de Febrero era un día apuntado con letras de oro en la agenda de todos los fans de Breaking Bad y de seriéfilos en general ya que suponía el estreno de éste, su spin-off. Tal es así que la serie fue el mejor estreno por cable de la historia en EE.UU. con 6.900.000 espectadores. Centrado en el personaje más cómico y con una personalidad caracterizada por su falta de moral donde todo vale por ganar dinero sabíamos que nos contarían los inicios de Saul Goodman (Bob Odenkirk) hasta llegar a cuando lo conocimos hace seis años.

          El inicio del piloto es fantástico, dirigido por el propio creador Vince Gilligan, con unas escenas en blanco y negro donde nos encontramos con un Saul dependiente de una bollería haciendo unas tareas rutinarias y sintiéndose incomodo ante la mirada constante de un hombre corpulento desde una mesa del establecimiento. Después asistimos a su llegada a casa donde saca de una caja una cinta de vídeo y empieza a ver los anuncios televisivos del popular abogado Saul Goodman; entendemos que esto ocurre tras finalizar Breaking Bad, donde para quien no recuerde, Saul iniciaba una nueva vida cambiando su nombre cual protección de testigos.


Atención, posibles spoilers a continuación.

        Con la vuelta del color a la serie asistimos a los inicios de Saul, cuando se llamaba James McGill. Éste es un abogado mediocre que acepta cualquier tipo de caso con tal de ganar algo de dinero. Vive a la sombra de su hermano, un gran abogado dueño de un bufete importante pero incapacitado “temporalmente” por un aparente problema mental. Ambos viven en una gran casa pero sin poder hacerse cargo del agua o la luz.

El primer episodio es una constante de momentos incómodos, véase el intento frustrado de aparcar en el parking de los juzgados con cameo incluido de Mike (Jonathan Banks), para demostrarnos lo desastroso de la vida de nuestro protagonista, y momentos de vergüenza ajena como la historia de Jimmy “El Resbalones” o todo lo acontecido con los gemelos skaters, para acabar el piloto con un personaje que con una sola mirada nos hace temer lo peor como es Tuco.

  El segundo episodio, que se emitió de forma excepcional un día después, mejora considerablemente la calidad de la serie ya que asistimos a lo que queríamos ver sobre Saul, es decir su facilidad de palabra y sus estrategias para convencernos de que lo que él propone aunque loco es lo más cuerdo que se puede hacer. Para ejemplo la conversación con Tuco sobre el castigo que debían recibir los gemelos. Especial atención merecen las escenas del final donde asistimos a la necesidad del abogado de progresar y como a fuerza de trabajo va alcanzando sus objetivos.

          Fin de los spoilers.

De lo que no hay duda es que Better Call Saul tiene su propio estilo, ha sabido distanciarse de su serie raíz, aunque obviamente como hemos visto en estos dos episodios contaremos con un gran número de guiños a modo de personajes o localizaciones que harán las delicias de los fans, así como la forma de dirigir propia de la serie, con esa utilización de cámaras (POV). El mayor problema a largo plazo no es que la comparen con Breaking Bad sino con Fargo, y no por compartir al actor sino por ese tipo de humor en el que nos hacen ver a los personajes como personas no muy capaces. El claro ejemplo son estos dos hermanos estafadores que llenan gran parte del metraje en el inicio de la serie. De la misma manera que su antecesora, Better Call Saul tiene todas las papeletas para ser una serie que mejore con el tiempo a raíz de la evolución de sus personajes por lo que estaremos al tanto de todo lo que pase con nuestro querido abogado.


La frase: Soy el 1 en tu marcación rápida, al lado de tu camello.


Conclusión: Veremos temporada completa.

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