Emitida por HBO
Escrita por Jane Anderson (Novela
de Elisabeth Strout)
Dirigida por Lisa Cholodenko
Nota: 7’5
La historia detrás de las cámaras
de esta producción tiene su miga ya de por sí, y es que la propia Frances McDormand, protagonista de la
miniserie que hoy nos ocupa, fue quien leyó la novela de Elisabeth Strout,
ganadora de un Pulitzer en 2009 y compró sus derechos para, a continuación,
venderla a HBO, fichar a Jane Anderson para escribirla, a Lisa Chodolenko (Los chicos
están bien, 2010) para que la dirigiera y ofrecerse a sí misma como
protagonista y, por supuesto, productora ejecutiva.
Olive Kitteridge es una miniserie
centrada en un personaje muy potente al que pone nombre. Se trata de una
profesora de matemáticas de mediana edad de Maine, EE.UU. de un carácter
difícil, que amarga a cada persona que tiene a su alrededor. Seguimos a Olive
durante 25 años de su vida, retratando pequeños momentos puntuales que nos
ayudan a conocerla mejor. Olive está casada con Henry, un Richard Jenkins (el padre de la familia Fisher en Six Feet Under)
en estado de gracia, un hombre de gran corazón que ama a su mujer por encima de
todo. La familia la completa Christopher, el hijo de ambos, al que vemos pasar
de la adolescencia hasta los treinta y muchos años.
A lo largo de estos años vemos el
contraste en las personalidades del matrimonio protagonista, la búsqueda de la
felicidad que ambos tratan de buscar en terceras personas, las peleas que los
alejan para volver a unirlos, la tristeza que acumula un hijo que no ha
conseguido entender a su madre, un cúmulo de situaciones que nos reflejan una
vida tal como es, con sus diferencias y con sus semejanzas. Y es que la serie
no es más que eso, ver la vida pasar, en una personalidad extrema que nos
atrae, que nos hace querer conocer el porqué o el hacia dónde lleva todo esto.
Para ello saben muy bien lo que hacer y es que la primera escena nos lleva
hasta el final y es ahí donde queremos conocer todo el proceso que ha llevado a
ese momento.
Son los pequeños momentos y las
personas que pasan, como en la vida misma, los que marcan el presente y futuro
de Olive Kitteridge. Especial atención a actores como Zoe Kazan, dando vida a una chica inocente que Henry trata de
cuidar al máximo o Bill Murray, en
quien Olive encuentra alguien con quien compartir experiencia. Esta serie
podría ser una continuación de Boyhood
(Richard Linklater, 2014) contándonos ya la madurez de la madre, pero con
unos personajes mucho más definidos y extremos.
Lo mejor: El personaje principal, que no deja indiferente a nadie.
Lo peor: Se hace corta.
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