Dirigida por Clint Eastwood
Escrita por Jason Hall
(Autobiografía de Chris Kyle)
Nota: 6’5
Algo fríos nos ha dejado la
última película de Clint Eastwood. Una
cinta de reivindicación patriótica que si bien no nos ha puesto la carne de
gallina como debería, si que nos ha entusiasmado en algunas de sus escenas. Y
es que un producto de estas características no es fácil de vender más allá de
las fronteras americanas.
El Francotirador (American Sniper) nos relata la historia real, ya
conocida por todos gracias a los medios de comunicación de Chris Kyle, un
marine estadounidense que en Irak batió el récord de muertes como
francotirador. Nos presentan a un Chris (Bradley
Cooper) que sin saber muy bien como ganarse la vida y, conmovido por los
ataques contra su país, como es el caso del 11-S, decide alistarse en los SEAL, el grupo armado más preparado de los marines. Vemos como en este hombre es la
muerte de sus enemigos la única vía posible para alcanzar la paz y, movido por
el odio, está dispuesto a todo con tal de garantizar la supuesta seguridad de
sus seres queridos.
Estamos ante una cinta en la que
el personaje principal no es para nada interesante, es un personaje plano en
muchos sentidos, que no produce ningún tipo de empatía con el espectador. Eastwood
lo intenta tocándonos la fibra sensible poniendo en el punto de mira de su arma
a un niño y solamente consigue arrebatarnos unas gotas de sudor. Quizá donde
mayor peso tenga la película es en la evolución de nuestro protagonista, una
vez que vuelve a casa, con la mente puesta una y otra vez en el campo de
batalla, esperando una nueva llamada de su superior para poder ayudar a sus
compañeros en combate y dar caza al francotirador enemigo que tantas bajas
amigas ha causado. Aquí sobresale la interpretación de Sienna Miller, como la mujer de Kyle, intentando hacerle ver que
tiene la posibilidad de una vida normal y familiar de vuelta en su país.
Podríamos resumir que esta cinta
bélica, al igual que pasara con Fury
(David Ayer, 2014) hace escasos meses, posee escenas que realmente pueden
emocionar, como la ya descrita del niño o la cena en casa de un iraquí, pero no
llega a resultar un película emocionante en su conjunto. Esperamos algo más de
Clint Eastwood que desde Gran Torino (para
algunos desde Invictus) parece que ha
perdido algo de su magia. Mantenemos la esperanza de que vuelva el genio. Por
otro lado, y para acabar queríamos remarcar la polémica que hubo con la
nominación a los Oscar de Cooper por encima de caracterizaciones irrepetibles
como la de Jake Gyllenhaal en Nightcrawler, si bien en aquel momento no
podíamos opinar al respecto ya que la película no se había estrenado aún en
nuestro país, ya podemos decir sin miedo a equivocarnos que Bradley Cooper es
uno de los actores más sobrevalorados por la academia en los últimos años.
Lo mejor: Algunas escenas sueltas que transmiten suspense y la
forma de contarnos el sufrimiento del protagonista una vez que está de vuelta
en EE.UU.
Lo peor: La historia, y sobre todo su protagonista, no resulta innovadora
e interesante.
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