viernes, 6 de marzo de 2015

CRITICA EL FRANCOTIRADOR




         EE.UU. 2014



Dirigida por Clint Eastwood

Escrita por Jason Hall (Autobiografía de Chris Kyle)

Nota: 6’5



Algo fríos nos ha dejado la última película de Clint Eastwood. Una cinta de reivindicación patriótica que si bien no nos ha puesto la carne de gallina como debería, si que nos ha entusiasmado en algunas de sus escenas. Y es que un producto de estas características no es fácil de vender más allá de las fronteras americanas.

El Francotirador (American Sniper) nos relata la historia real, ya conocida por todos gracias a los medios de comunicación de Chris Kyle, un marine estadounidense que en Irak batió el récord de muertes como francotirador. Nos presentan a un Chris (Bradley Cooper) que sin saber muy bien como ganarse la vida y, conmovido por los ataques contra su país, como es el caso del 11-S, decide alistarse en los SEAL, el grupo armado más preparado de los marines. Vemos como en este hombre es la muerte de sus enemigos la única vía posible para alcanzar la paz y, movido por el odio, está dispuesto a todo con tal de garantizar la supuesta seguridad de sus seres queridos.

Estamos ante una cinta en la que el personaje principal no es para nada interesante, es un personaje plano en muchos sentidos, que no produce ningún tipo de empatía con el espectador. Eastwood lo intenta tocándonos la fibra sensible poniendo en el punto de mira de su arma a un niño y solamente consigue arrebatarnos unas gotas de sudor. Quizá donde mayor peso tenga la película es en la evolución de nuestro protagonista, una vez que vuelve a casa, con la mente puesta una y otra vez en el campo de batalla, esperando una nueva llamada de su superior para poder ayudar a sus compañeros en combate y dar caza al francotirador enemigo que tantas bajas amigas ha causado. Aquí sobresale la interpretación de Sienna Miller, como la mujer de Kyle, intentando hacerle ver que tiene la posibilidad de una vida normal y familiar de vuelta en su país.



Podríamos resumir que esta cinta bélica, al igual que pasara con Fury (David Ayer, 2014) hace escasos meses, posee escenas que realmente pueden emocionar, como la ya descrita del niño o la cena en casa de un iraquí, pero no llega a resultar un película emocionante en su conjunto. Esperamos algo más de Clint Eastwood que desde Gran Torino (para algunos desde Invictus) parece que ha perdido algo de su magia. Mantenemos la esperanza de que vuelva el genio. Por otro lado, y para acabar queríamos remarcar la polémica que hubo con la nominación a los Oscar de Cooper por encima de caracterizaciones irrepetibles como la de Jake Gyllenhaal en Nightcrawler, si bien en aquel momento no podíamos opinar al respecto ya que la película no se había estrenado aún en nuestro país, ya podemos decir sin miedo a equivocarnos que Bradley Cooper es uno de los actores más sobrevalorados por la academia en los últimos años.

Lo mejor: Algunas escenas sueltas que transmiten suspense y la forma de contarnos el sufrimiento del protagonista una vez que está de vuelta en EE.UU.

Lo peor: La historia, y sobre todo su protagonista, no resulta innovadora e interesante.

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