lunes, 16 de marzo de 2015

CRÍTICA THE IMITATION GAME






Dirección: Morten Tyldum

Reino Unido, 2014

Nota: 7



       Desde que vi Sherlock Holmes, me encantó Benedict, y claro, cuando ves que hay una película donde él es el protagonista, solo puedes esperar que llegue el momento para ir al cine y disfrutar de su interpretación. Y aunque el momento llegó un poco tarde, por fin hemos visto The Imitation Game.


            Es así como  Morten Tyldum, director noruego, conocido por la entretenida Headhunters, nos enseña la vida de Alan Turing, un matemático y criptoanalista británico que gracias a su gran inteligencia y poca sociabilidad, consigue crear una máquina para destruir a otra. Es decir, nos encontramos ante un biopic que narra la historia de cómo un pequeño (o gran) hombre consigue crear una máquina lo suficientemente inteligente que sea capaz de descifrar los códigos secretos del gobierno nazi.

            Este film no ha pasado desapercibido para la crítica, y por supuesto, tampoco para nosotros. Nominada a diferentes premios en los Globos de Oro, como mejor película o mejor actor de drama; así como un gran número de nominaciones a los Oscars, ganando el premio a mejor guión adaptado. Quizás en esto último es donde menos de acuerdo estemos; en ningún momento nos proporciona ninguna sensibilidad ni empatía su guión, ni nos hace movernos del sofá debido a grandes frases, aunque debemos reconocer que no hemos leído la bibliografía en la que se basa la película, por lo que confiaremos en nuestros especialistas. Al contrario, Benedict, siguiendo ligeramente su papel en Sherlock, ese personaje narcisista, egocéntrico y con dotes de superioridad, vuelve a tener un papel parecido (en cierta manera claro)  en The Imitation Game , aunque no tan exagerado y sí de una manera más emotiva. 

            Se va desarrollando la película, sufrimos con los personajes y con el gran secreto que deben guardar; y sufrimos con la homosexualidad de Turing, y las estrictas leyes británicas frente a esto.

            
         Sin embargo, no creo que la película solo quiera mostrar como los aliados consiguieron eliminar a las tropas nazis averiguando sus códigos (que también) sino como Alan Turing fue capaz de crear intelingencia, y es aquí donde aparecen grandes frases de la película que aunque son pocas y repetitivas, si nos tocan la fibra sensible e incluso uno de los diálogos entre protagonista y agente policial nos pone los pelos de punta acerca de la “vida de los ordenadores”. Inteligencia artificial, sin más. Y nos preguntamos, ¿qué haría Alan Turing si viviera ahora, con todos los avances científicos y tecnológicos con los que disponemos? 
           
        “A veces la persona que nadie imagina capaz de nada es la que hace cosas que nadie imagina” Una buenísima frase de sobre de azúcar que se repite en diferentes partes de la película y que resumen perfectamente a nuestro triste y angustiado protagonista. Sin embargo, si yo tuviera que poner un título a la película sería: Christopher contra Hitler. Para aquellos que hayan visto el film lo entenderán a la perfección, y a los que no, os dejo con la duda y que os entre la curiosidad de verla, ya que vais a disfrutar de un poco de buen cine.

            Poco tengo que decir de sus actores secundarios, por no decir nada, e incluso decepciona un poco la actuación de Keira Knightley. Si pues, a la película le falta un "algo" para poder tener un notable alto, aunque como venimos defendiendo en toda la crítica, es una gran película 

            Así pues, os animo a que disfrutéis con The Imitation Game y para los que no conocíamos la historia, ahora sabemos quién fue Alan Turing, y qué hizo de forma secreta y casi anónima.

           Lo mejor: Benedict.

           Lo peor: los actores secundarios.

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