AMC, 2008
Creada por Matthew
Weiner
Nota: 6
Muchos
seguidores de la serie nos habían avisado del leve bajón que hacía Mad Men en
su segunda temporada, incluso éstos decidieron dejarla en stand by. Pero ante
una primera temporada grande e interesante a partes iguales, ¿cómo esperar una
segunda que bajara tanto el nivel?
Pues
sí, nos adentrábamos en esta temporada llenos de ganas y entusiasmo pero a
partir del segundo capítulo todo se vuelve monótono y sin chicha, salvando
determinados capítulos. No es que haya sido una temporada imposible de ver, ya
sabemos cual es el argumento y tiempo de Mad Men, no podemos pedir que
aparezcan zombies de repente, pero sí es verdad que nos ha faltado ese algo en
lo que agarrarnos y nos tenga pendientes de la pantalla, como pasaba esa
primera temporada con la vida de nuestro protagonista o la angustia e
infelicidad de Betty. No es hasta mitad de la temporada, cuando Betty descubre
una parte de la personalidad de su marido y solo una de las muchas
infidelidades, donde la serie comienza a tomar
color. Vemos a un Don Draper preocupado, consciente de sus errores; y a una
esposa dolida, al pensar durante años que tenía el marido perfecto, ese incapaz
de engañarla y que se presentaba en casa con bonitas flores y anillos
extravagantes. Para nuestro gusto, las historias amorosas de esta temporada de
Don han carecido de sentido alguno. En primer lugar con la mujer de ese
nihilista cómico, Jimmy Barret, que pone patas arribas todo aquello que toca y
que por lo que vemos solo Don sabe controlar; y luego una joven chica nómada de
familia liberal que conoce en el viaje de trabajo que realiza con Pete a
California. Quizás estos últimos capítulos son lo que menos han captado nuestra
atención, aunque los guionistas nos han dejado ver un poco más sobre la vida
pasada de Don, quién era, como conoció a Betty y cual es la base para intentar
comprender al Don del presente. Pero como ya he dicho, sin chicha donde
agarrarnos.
En
cuanto a nuestros actores secundarios,
vemos esa evolución de Peggy, tan callada pero que avanza poco a poco en un
mundo de hombres donde diferenciarse es mucho más fácil con un buen escote.
Pero ella trabaja y sabe cuál es su meta y lo mucho que le va a costar.
Esperamos mucho más de Peggy de lo que nos dejó la primera temporada y que en
este blog criticamos y calificamos como
lo peor de dicha temporada; hablamos del inesperado embarazo de nuestra
redactora favorita, que nos dejó estupefactos y no para bien. Poco más nos han
contado esta temporada sobre el tema, solo esa extraña relación que mantiene
con el Padre Gill, que intenta salvarla de sus pecados. Esperamos que la siguiente temporada Peggy
tenga el reconocimiento que se merece en el mundo de la publicidad.
Y
continuando con el mundo de la publicidad, Sterling Cooperan apuesta por un
nuevo modelo de publicidad, un punto de inflexión ante los nuevos
acontecimientos, por lo que no sabemos que pasará con Don, ni con la nueva
fusión que se produce.
Nuestros
personajes avanzan; Joan ha encontrado a su futuro esposo, un apuesto médico
con dinero, pero que luego parece no ser lo que todos esperábamos, como vemos
en la escena en el despacho de Don.
Aunque hay una nueva secretaria que dio juego al principio de la
temporada y se quedó con el papel que otras muchas jóvenes de la oficina habían
tenido: ser la amante de Roger, que decide finalmente divorciarse de su mujer.
Ya empezamos a conocer a éste mujeriego, así que solo la tercera temporada nos
puede dar las respuestas que buscamos acerca de su sinceridad y voluntad para
dejar a su mujer.
En
general, la segunda temporada de Mad Men “le ha faltado sal”, y ha tenido que
recurrir a otro embarazo para que tengamos ganas de una tercera temporada.
Quizás las cosas son más fáciles de lo que los guionistas intentaban. Queremos
conocer el mundo de la publicidad de una gran manzana, y queremos conocer y
vivir con nuestros personajes, pero queremos algo más, y sobre todo,
explicaciones ante determinas tramas.
No
sabemos que nos deparará la tercera temporada, aunque esperamos que mucho más
que ésta última. Mientras nosotros vemos la siguiente temporada muchos estarán
viendo los últimos capítulos de una serie que espero que entren en nuestro Top
10, pero que debe cambiar determinadas cosas que aparecen en la segunda
temporada.
Lo
mejor: el juego publicitario.
Lo
peor: las historias de Don.
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