martes, 14 de abril de 2015

Crítica BLUE RUIN

EE.UU. 2013
Escrita y dirigida por Jeremy Saulnier

Nota: 7

Hace unos días leíamos en una entrevista que Nacho Vigalondo incluía esta cinta reciente entre sus películas de culto, y eso que forma una lista de lo más variada. Nosotros aún no nos atrevemos a calificarla como película de culto pero ¿quién sabe? A lo mejor en unos años no sería tan raro, tiene los alicientes para ello, ya que se trata de una cinta independiente con la venganza como punto de referencia.

Blue Ruin comienza contándonos un día en la vida de Dwight, un vagabundo treintañero y descuidado que come de los que a otros les sobra, se cuela en casas ajenas cuando no hay nadie para darse un baño caliente y acaba siempre durmiendo en su propio coche. La imagen dista mucho del típico borracho sin hogar, eso lo vemos desde el principio. Y es que cuando empezamos a apreciar ciertas similitudes con Hacia rutas salvajes (Sean Penn, 2007) la cinta pega un giro de 180º.

Nuestro protagonista recibe la noticia de algo relacionado con su pasado (no haremos spoilers) y decide iniciar una venganza en toda la regla hacia algo que lleva años odiando y que es principal responsable de su estado actual. El problema es que la venganza de uno mismo tiene como respuesta venganza del contrario. Ojo por ojo, y un poco más si puedes. Un western moderno.

Lo que hace única a esta obra es la atmósfera de tensión que produce desde el segundo acto. Se trata de un thriller pero bien podría ser la sensación de una película de miedo lo que se te mete en el cuerpo. Una repetición de escenas increíblemente tensas, y por tanto bien dirigidas, en las que no queremos estar y queremos que pasen cuanto antes. Es el toque personal de la película.



Hablando de la dirección, Jeremy Saulnier la dirige, la escribe y también lleva la fotografía, haciendo una gran labor en todos los ámbitos. Del protagonista, Macon Blair, diremos que en un principio nos costó aceptarlo en el papel pero acabamos dándole el visto bueno. No diremos mucho más porque es una película que cualquier cosa contada puede influir en una futura visualización, sólo que merece ser vista cuanto antes. Cuando vimos Frío en Julio (Jim Mickle, 2014) leímos que tenía cierto parecido con esta cinta, podría ser que la base principal sea muy parecida pero Blue Ruin está uno o dos escalones por encima.

Lo mejor: El clima de tensión.

Lo peor: Que se reduce a eso, violencia y tensión.

La frase: ¿Sabéis que es lo peor? Que porque mi padre quiso a tu madre vamos a morir todos.

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