domingo, 2 de noviembre de 2014

CRÍTICA ANNABELLE

Estados Unidos, 2014
Guión de Gary Dauberman
Dirigida por John R. Leonetti
Nota: 5


          James Wan revolucionó el cine de terror hace ya diez años con una película que ya puede ser catalogada como de culto dentro y fuera del mundo del suspense, estamos hablando de Saw. Con un guión brillante de manos de Leigh Whannell, colaborador (y actor) suyo en varias de sus películas, y un ambiente e interpretaciones dignas del mejor cine independiente, lograron que todo el mundo se agarrará al sofá al ver el sufrimiento de aquellas dos personas que despertaban en un baño desconocido y a las que se les acababa el tiempo antes de morir. Tras esta, Wan conocedor de su talento para este tipo de films continuó dirigiendo películas de terror como la saga Insidious (2010) hasta llegar a la gran Expediente Warren (2013). Ésta fue un gran salto de calidad en su carrera, ya que partiendo de los tópicos clásicos del cine de terror creó una película que realmente produce miedo y que rompe de alguna manera con el modelo establecido que tenemos con este género.

               Tras el éxito de esta película, no fue difícil adivinar una segunda parte, en este caso un spinf-off, tan característico de las series, o precuela, centrado en la muñeca Annabelle, parte importante de la primera cinta de la saga. Para realizar ésta, Warner Bros acudió al director John R. Leonetti, autor de secuelas que no pasarán a la historia como Mortal Kombat o El efecto mariposa 2. Y es aquí donde nos encontramos, Annabelle tampoco pasará a la historia. 



         Annabelle nos cuenta la historia, supuestamente real, de cómo una muñeca poseída llegó a manos de una joven y revolucionó su piso de estudiantes al aparecer en diferentes lugares de la vivienda e incluso llegar a dejar notas. Esta historia ya se tocó levemente en Expediente Warren y aquí sirve de punto de partida. Antes de todo esto, en sus inicios, Annabelle fue un regalo John Form (Ward Horton) a su mujer embarazada Mia (Anabelle Wallis), por su afición, casi psicótica, a coleccionar muñecas. Tras una serie de asesinatos en el barrio por supuestos seguidores del mismísimo Charles Manson, conocidos como La Familia, que desembocan en la casa de los Form, y como consecuencia de la muerte de una de las asesinas con la muñeca en brazos, ésta recibe al demonio para sembrar el mal a la familia que vive en esa casa. De hecho, y a diferencia de otras películas del género, este espíritu demoníaco acompaña a la familia allá donde va, siempre en forma de muñeca que se resiste a desaparecer.

         
          El problema de la película reside en el planteamiento de la misma. A diferencia de la anterior (es una pena tener que compararlas) en la que los sustos venían precedidos de momentos de auténtico miedo, en esta aparecen en tres momentos puntuales, sin esperarlos, que no quita para que asuste, pero no produce miedo. Así como la repetitiva conclusión de escenas con el fundido a negro, dejando al espectador contar los segundos para el susto venidero esperado y que éste no llegue y sea sustituido por una pantalla negra y un cambio de escena. Un ejercicio bastante sencillo, que hace sospechar de la imposibilidad del director para crear verdaderas escenas de miedo y sustos.



         Aún así, he de destacar el trabajo de la actriz protagonista, Annabelle Wallis, sobre la que recae gran peso de la película, lástima que el resto del peso recaiga sobre una muñeca inanimada. Wallis, que los seriéfilos la conocerán de Los Tudor (2007-2010) y la gran Peaky Blinders (2013- ) crea un papel, de madre preocupada que produce la poca tensión que posee el film, y es de agradecer, sobre todo teniendo en cuenta los papeles tan planos con los que cuenta el resto del reparto. Y es que el personaje de John carece prácticamente de expresividad, y se mantiene, de alguna manera, alejado de su mujer y de lo que ocurre en su casa. Y luego está la librera, un personaje metido con calzador, que entra en la historia de una manera poco creíble y hace que el trabajo de la actriz resulte inadvertido.

         La segunda parte de Expediente Warren recientemente retrasó su fecha de estreno a octubre de 2016 esperemos que para contar con James Wan de nuevo a la dirección, que es quien a estas alturas puede darnos ese voto de confianza en la cinta que tanto necesitamos.


Lo mejor: Annabelle Wallis.

Lo peor: La película no crea ninguna novedad en las películas de miedo y se convierte en una de tantas.

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